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Estados Unidos

General Motors pagará US$12.000 a dueños de camionetas en California, Florida y otros estados por fallas en el motor

Una sanción millonaria obliga a la empresa automotriz a pagar US$35.000 000 en compensación a un grupo de clientes afectados por fallos de fábrica en sus vehículos.

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Los propietarios actuales y anteriores de las camionetas afectadas tendrán un plazo extendido para presentar sus reclamaciones. Foto: SVET

General Motors se enfrenta a un nuevo capítulo en su historia tras un acuerdo judicial que ordena compensar a miles de propietarios de camionetas diésel. Las fallas en ciertos modelos de Chevrolet Silverado y GMC Sierra han provocado que la compañía pague hasta 12.000 dólares por cada vehículo afectado. Pero, ¿quiénes se beneficiarán de este acuerdo y qué implicaciones tiene para el fabricante de automóviles?

Los propietarios actuales y anteriores de las camionetas afectadas tendrán un plazo extendido para presentar sus reclamaciones. Foto: Xataca

La compensación de General Motors: una solución ante los desperfectos en California, Florida y otros estados de EE. UU.

El acuerdo alcanzado por la empresa automotriz surge tras descubrirse problemas en las bombas de combustible en los vehículos fabricados entre 2011 al 2016. Estas camionetas vendidas en estados clave como California, Florida, Nueva York y Pensilvania, presentaron fallas en el motor que llevaron a los propietarios a enfrentar reparaciones costosas y pérdida de rendimiento.

La sentencia estipula que General Motors deberá compensar a cada propietario de los modelos mencionados, desembolsando un total de US$35.000 000. A pesar de no haber admitido responsabilidad por los defectos, la automotriz ha decidido resolver las reclamaciones para evitar un conflicto judicial prolongado, demostrando un intento por mitigar el impacto negativo en su imagen.

¿Qué significa esto para los conductores y clientes de GM?

Este acuerdo representa un alivio financiero para aquellos propietarios que han enfrentado problemas con sus camionetas. Sin embargo, no todos los costos estarán cubiertos. Algunos propietarios deberán asumir gastos adicionales, que van desde los 6.356 hasta los 12.712 dólares para reparaciones que no están incluidas en el acuerdo. Esta situación ha generado críticas entre los conductores, quienes esperaban una solución integral que cubriera todas las fallas.

Para los que ya no poseen los vehículos, pero fueron dueños durante el período en cuestión, también se ofrece una compensación, aunque más modesta. Estas personas pueden recibir entre 400 y 800 dólares, lo que deja abierta la puerta para un posible alivio económico a quienes ya no tienen en su poder los vehículos defectuosos.

¿Cómo y cuándo se pueden reclamar los pagos?

Los propietarios actuales y anteriores de las camionetas afectadas tendrán un plazo extendido para presentar sus reclamaciones. La fecha límite, que aún no ha sido definida con exactitud, se prevé para julio del próximo año, brindando tiempo suficiente para que los afectados reúnan la documentación necesaria. Es importante que los interesados se mantengan informados para no perder la oportunidad de recibir esta compensación.

Los propietarios actuales y anteriores de las camionetas afectadas tendrán un plazo extendido para presentar sus reclamaciones. Foto: CNBC

Otros casos en la industria: Hyundai y Kia en el ojo del huracán

El caso de General Motors no es el único que ha sacudido la industria automotriz en los últimos meses. Hyundai y Kia también se vieron obligados a enfrentar un acuerdo judicial por la falta de tecnología antirrobo en sus vehículos, desembolsando 145 millones de dólares para compensar a los clientes afectados. Aunque, como en el caso de GM, ninguna de las dos marcas admitió responsabilidad, estos acuerdos reflejan la creciente presión sobre las automotrices para abordar las preocupaciones de seguridad y calidad que afectan a sus clientes.

Este tipo de resoluciones se están volviendo más comunes, lo que pone en evidencia que los consumidores no están dispuestos a aceptar fallas sin recibir una compensación justa. La reputación de las marcas está en juego, y estos acuerdos buscan equilibrar el daño causado y mantener la confianza de los compradores.