Estados Unidos, debido a su ubicación geográfica, experimenta una alta actividad sísmica. No obstante, el país norteamericano dispone de un sistema avanzado de alerta temprana, y el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) monitorea constantemente todos los movimientos telúricos en el territorio. Esto permite mantener a la población informada y alerta de manera inmediata.
En este artículo, te proporcionamos información actualizada en tiempo real sobre el último sismo ocurrido el 28 de julio, incluyendo detalles sobre su epicentro y magnitud.
Un sismo fue reportado el noroeste de Happy Valley, Alaska, a las 16:45 horas. Tuvo una magnitud de 2.5 y una profundidad de 97.4 km.
Foto: USGS
En Estados Unidos, los temblores son detectados mediante una red de sismómetros, dispositivos que registran las vibraciones del suelo causadas por los movimientos telúricos. Estos sismómetros están distribuidos en diversas ubicaciones a lo largo del país para monitorear la actividad sísmica.
Según USGS, antes del sismo, desarrolla un plan de emergencia, asegura tu hogar y conoce las zonas seguras. Durante el sismo, agáchate, cúbrete y agárrate; si estás en la cama, cúbrete con una almohada; si estás afuera, aléjate de edificios y postes; y si conduces, detén el vehículo en un lugar seguro. Después del sismo, verifica la seguridad de todos, inspecciona tu hogar por daños, prepárate para réplicas y mantente informado a través de la radio o la televisión.
Un sismo fue reportado al sur de Volcano, Hawai, a las 9:36 horas. Tuvo una magnitud de 2.6 y una profundidad de 1.2 km.
Foto: USGS
El más reciente sismo fue reportado sureste de Waimea, Hawaii, a las 7:51 horas. Tuvo una magnitud de 2.6 y una profundidad de 20.8 km.
Foto: USGS
Durante un movimiento sísmico, la energía eléctrica suele irse constantemente, por ello se corre el riesgo de quedar atrapado dentro de un ascensor o de caer al vacío junto a él. La mejor opción, en casos de un desastre natural, es usar la escalera de emergencias.
Los terremotos son movimientos bruscos de la corteza terrestre causados principalmente por el movimiento de las placas tectónicas. La Tierra está compuesta por varias placas que flotan sobre el manto, y sus interacciones en los límites de las placas (convergentes, divergentes y transformantes) liberan energía acumulada en forma de ondas sísmicas, provocando los terremotos.
Además, los terremotos también pueden originarse por la actividad volcánica. Cuando el magma asciende hacia la superficie, fractura la roca circundante, generando sismos. Ambos procesos, el movimiento de las placas y la actividad volcánica, son responsables de la mayoría de los terremotos que experimentamos en el planeta.
Partes de un terremoto. Imagen: Enciclopedia Humanidades
El terremoto más mortal de Estados Unidos fue el Terremoto de San Francisco de 1906. Ocurrió el 18 de abril de 1906 y tuvo una magnitud estimada de 7.9 en la escala de Richter. El epicentro se localizó cerca de la costa norte de California, pero sus efectos se sintieron en gran parte del estado.
El sismo y el incendio posterior causaron una devastación masiva en San Francisco, destruyendo alrededor del 80% de la ciudad. Se estima que murieron aproximadamente 3,000 personas, y más de 250,000 quedaron sin hogar. Los daños materiales fueron enormes, y la reconstrucción de la ciudad llevó varios años. Este terremoto es un recordatorio de la poderosa fuerza de la naturaleza y la necesidad de prepararse para futuros desastres sísmicos.
Destrucción que dejó el terremoto de San Francisco en 1906. Imagen: Dominio Público
En caso de un fuerte terremoto, es crucial saber cómo reaccionar para proteger tu vida y la de los demás. Aquí hay algunas recomendaciones clave: