El descubrimiento de un jet desaparecido en 1971 ha conmocionado a la comunidad de Vermont y a los investigadores de accidentes aéreos en todo el país. El avión, que se perdió sin dejar rastro hace más de cinco décadas, fue encontrado sumergido en las profundidades del lago Champlain. Este hallazgo histórico no solo resuelve un misterio de larga data, sino que también proporciona un cierre emocional para las familias afectadas.
El jet, un modelo de la era de la Guerra Fría, desapareció el 17 de julio de 1971 durante un vuelo de rutina. A pesar de los extensos esfuerzos de búsqueda realizados en ese momento, no se encontraron rastros del avión ni de sus ocupantes. La reciente localización del jet en el fondo del lago Champlain reaviva preguntas sobre las circunstancias que llevaron a su desaparición y hundimiento.
El hallazgo tuvo lugar gracias a una operación de búsqueda realizada por un equipo de investigadores privados en colaboración con la Guardia Nacional de Vermont. Utilizando tecnología de sonar de última generación, los investigadores lograron identificar los restos del avión a una profundidad considerable en el lago Champlain, uno de los cuerpos de agua más grandes de Estados Unidos.
Foto tomada del avión debajo del lago Champlain. Foto: Garry Kozak
El equipo de búsqueda empleó técnicas avanzadas de mapeo subacuático para localizar el jet. La detección inicial se confirmó mediante el uso de vehículos operados a distancia, que proporcionaron imágenes claras de los restos sumergidos. Este hallazgo representa un logro significativo en la tecnología de búsqueda y rescate, destacando la importancia de las herramientas modernas en la resolución de misterios antiguos.
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Aunque el descubrimiento del jet responde a la pregunta de su paradero, aún persisten interrogantes sobre las causas de su hundimiento. Los expertos sugieren que el avión pudo haber experimentado un fallo mecánico o una pérdida de control que resultó en su caída al lago Champlain. Las condiciones meteorológicas en el momento del accidente también se están reevaluando para determinar si jugaron un papel crucial en el incidente.
Así lucía el avión antes de desaparecer. Foto: NBC
Los restos del avión están siendo examinados por un equipo de peritos forenses y especialistas en aviación para recolectar pistas que puedan esclarecer los eventos que llevaron a la tragedia. Entre los puntos de interés se encuentran los sistemas de control y las estructuras del fuselaje, que podrían ofrecer indicios sobre el estado del avión antes de su desaparición. Además, se están revisando los registros de mantenimiento del jet para identificar posibles problemas previos al vuelo final.
El hallazgo ha sido recibido con una mezcla de alivio y tristeza por parte de las familias de las víctimas y las autoridades locales. El gobernador de Vermont expresó su gratitud a los investigadores por su dedicación y resaltó la importancia de cerrar este capítulo doloroso de la historia estatal. Las familias de los ocupantes del jet han agradecido el esfuerzo continuo para localizar los restos y obtener respuestas definitivas sobre el destino de sus seres queridos.
"Pasar 53 años sin saber si el avión estaba en el lago o tal vez en la ladera de alguna montaña por allí fue angustioso", manifestó Frank Wilder, hijo del pasajero que también lleva el mismo nombre. Por su parte, la Guardia Nacional de Vermont ha destacado la colaboración entre agencias y el uso de tecnologías avanzadas como factores clave para el éxito de la operación.