Este sábado 8 de junio, se llevó a cabo una protesta en apoyo a Palestina frente a la Casa Blanca, en Washington, Estados Unidos. En un momento de la manifestación la Policía empezó a lanzar bombas de humo y se originó el caos.
Desde hace varios meses, se vienen registrando distintas protestas en varios puntos del país norteamericano. En su mayoría son jóvenes quienes han decidido alzar la voz frente al apoyo de Estados Unidos a las acciones militares de Israel en perjuicio de los palestinos.
PUEDES VER: El único país de Sudamérica cuyos ciudadanos podrán viajar a Estados Unidos sin visa a partir de junio
Por medio de la red social X (antes Twitter) se dio a conocer el caos que se originó a los exteriores de la Casa Blanca, los manifestantes llevaban consigo una larga pancarta roja que tenía escrita la frase: ''línea roja del pueblo''.
Desde el escenario, uno de los protestantes gritó: ''No más dinero para los crímenes de Israel'' con la finalidad de que el presidente Joe Biden pudiera escucharlo, pero el presidente se encuentra en un viaje oficial en un país europeo.
Activistas en el monumento del General Marqués de Lafayette . Foto: Rafael Cores/Impremedia
Los activistas condenaron enérgicamente al presidente Joe Biden debido a que no retuvo la ayuda militar a Israel a pesar del ataque en Rafah donde murieron mujeres y niños palestinos que se encontraban en calidad de refugiados.
Las personas quienes en su mayoría vestían de rojo se encontraban gritando: ''Libertad a Palestina'' a una sola voz. Otra situación que llamó poderosamente la atención fue la enorme bandera de Palestina afuera de la Casa Blanca.
PUEDES VER: Avión se incendia con más de 300 pasajeros durante un vuelo en Canadá: todo quedó registrado en VIDEO
En Rafah, una ciudad en el sur de la Franja de Gaza, se ha intensificado un conflicto que ha causado una situación humanitaria crítica. El ejército israelí ha llevado a cabo una serie de operaciones militares intensivas en la región, en respuesta a un ataque masivo de Hamas ocurrido el 7 de octubre de 2023, que resultó en la muerte de alrededor de 1,200 personas y la toma de más de 250 rehenes.
Desde el inicio de la ofensiva, más de un millón de personas han huido de Rafah debido a los continuos bombardeos y enfrentamientos. La ciudad ha visto una devastación considerable, con miles de familias desplazadas refugiándose en instalaciones dañadas y destruidas en lugares como Khan Younis. La situación es tan grave que la ONU la ha calificado como "indescriptible", destacando la falta de agua potable, suministros médicos y alimentos adecuados.