Melissa Lucio es considerada la única mujer hispana en ser sentenciada a la pena capital en el estado de Texas, Estados Unidos, medida que fue restablecida en 1976 en el estado sureño. Lucio está siendo acusada de golpear y torturar a su hija de 2 años hasta provocarle la muerte, en 2007. El Tribunal de Apelaciones de Texas detuvo la ejecución dos días antes que se lleve a cabo, por lo que el caso podría dar un giro inesperado.
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El 17 de febrero de 2007, la policía respondió al llamado de la familia Alvarez-Lucio y encontró a la niña con hematomas en el cuerpo e inconsciente en la casa. Asimismo, tenía uno de los brazos rotos, por lo que fue trasladada al hospital más cercano, donde se declaró su muerte.
El médico forense que evaluó el caso señaló que Mariah Alvarez era una "niña maltratada" que murió por un traumatismo craneoencefálico. Por su parte, los médicos de urgencias que intentaron reanimar a la menor declararon que era el "peor caso" de maltrato infantil que vieron.
Según en petición de clemencia presentada antes de la ejecución, Lucio relató detalles del fatídico día. En la mañana del 15 de febrero, Melissa se levantó temprano para preparar a sus hijos rumbo al colegio y empacar sus cosas porque la familia estaba en un proceso de mudanza. Mientras la madre estaba ocupada, Mariah abrió una puerta que daba al exterior y cayó por un tramo de escaleras "empinadas" que constaban con más de una docena de peldaños.
Lucio se dio cuenta casi de inmediato de la desaparición de Mariah y la encontró afuera, llorando. Aunque su labio sangraba, no parecía estar gravemente herida. Sin embargo, según informa CNN, la apariencia de la niña resultó engañosa, ya que había sufrido lesiones internas que finalmente le causarían la muerte. Dos días después, Mariah moriría.
La madre estadounidense, de origen mexicano, tiene 14 hijos. Foto: Telemundo.
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En el lugar del incidente, Lucio informó a los paramédicos que Mariah se había caído por las escaleras días antes, pero uno de los socorristas expresó dudas, según lo descrito en la petición de clemencia, ya que la residencia era de un solo piso con unos pocos escalones en el frente. No entendió, de acuerdo a lo expuesto en la petición, que la niña se había caído en la casa anterior de la familia.
Este malentendido crucial desencadenó una investigación sesgada, afirma la petición de Lucio, en la cual los investigadores asumieron constantemente lo peor sobre Melissa sin investigar ni considerar otras posibilidades.
Melissa Lucio, quien ahora tiene 53 años, fue condenada en gran parte, según sus abogados, debido a una "confesión" forzada que proporcionó a las autoridades durante un interrogatorio "agresivo", llevado a cabo esa misma noche en que falleció su hija.
Melissa recibiendo la sentencia de muerte en Brownsville, Texas, en 2008. Foto: NBC News
Momentos después de enterarse de la muerte de su hija, Lucio fue interrogada por cinco agentes de policía durante más de cinco horas. Según recogió NBC News, estuvo sin permitirle comer, beber o dormir.
"La fastidiaron y la regañaron y le gritaron hasta que finalmente accedió a sus demandas y a la insistencia de que era culpable de hacerle daño a su hija", señaló Sandra Babcock, abogada a una entrevista con BBC Mundo.
A pesar de la presión de los agentes, durante el interrogatorio, la madre negó hasta en más de 80 ocasiones distintas haber asesinado a su hija.
John, el hijo mayor de Melissa, es quien se encarga de la defensa de su madre. Foto: BBC News.