El cine Colón, inicialmente conocido como Teatro Colón y ubicado en la plaza San Martín, es considerado uno de los más antiguos de Lima. Diseñado en estilo Beaux-Arts por el arquitecto Claude Sahut, atrajo a la élite peruana con su capacidad para 940 personas. Sin embargo, después de ser expropiado en 1972, su destino tomó un giro inesperado.
A continuación, te contamos la intrigante transformación del icónico cine Colón: desde su estatus como teatro de élite hasta convertirse en el centro de la polémica proyección de películas para adultos.
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El Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada, bajo el mando del general Juan Velasco Alvarado, marcó un hito al expropiar el recinto en 1972 y declararlo monumento nacional. A pesar de estas medidas protectoras, el terrorismo y la creciente inseguridad ciudadana en el centro histórico de Lima comenzaron a socavar su esplendor. Este fue el preludio de una década oscura para el cine Colón.
En las décadas de 1980 y 1990, el teatro experimentó una transformación sorprendente al convertirse en un espacio dedicado a la proyección de películas para adultos. Esta metamorfosis fue impulsada tanto por la crisis económica como por la decadencia general de los espacios culturales en Lima. Así, el cine Colón se sumió en la controversia.
Finalmente, en el 2000, las autoridades decidieron clausurar el espacio argumentando que "afectaba el ornato de la ciudad y el mantenimiento de las buenas costumbres". A pesar de esta medida, los propietarios desacataron la orden. Ante ello, la Municipalidad de Lima optó por tapiar las puertas e instalaciones. En 2004, el Teatro Colón fue subastado y adquirido por la Dirección de Teatro del Ministerio de Cultura. De este modo, se marcó el fin de una era y el inicio de esfuerzos por rehabilitar su estructura.