Con el paso de los años, la moda infantil ha evolucionado mucho. Cada vez es menos común ver a los niños usando camisetas de mil colores, pantalones con dibujitos, playeras con luces o zapatillas con ruedas. En su lugar, hoy se estila vestir a los pequeños con ropa diseñada para adultos.
Si observamos con atención las tiendas infantiles, veremos que en sus escaparates se presentan niños vestidos tal y como marcan las tendencias de la moda para los adultos. Estos establecimientos muestran pantalones apretados, casacas de cuero ceñidas al cuerpo, un calzado incluso con un poco de tacón y hasta pañuelos decorativos. Los locales pueden ser muy fashonistas y gustar mucho, pero ¿son prendas adecuadas para nuestros hijos?
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La psicóloga y directora del centro de desarrollo humano Family’s House, Martha Leiva, explica que vestir a los niños como adultos hace que se distancien de su infancia y se confundan, ya que comienzan a identificarse más con las personas que se ven como ellos, es decir, con gente que oscila entre los 20 y 30 años. Esto, a la larga, hace que adopten comportamientos que no son propios de su edad.
Niñas vestidas como adultas. Foto: okchicas
“Cuando vemos a un niño vestido como grande, nos parece gracioso y siempre decimos cosas halagadoras como ‘mira, un adulto en pequeño, qué bien se le ve’. Ahí es donde el niño empieza a disociarse porque hay demasiados estímulos que lo comprometen a no entender realmente quién es, ¿o es un niño o un adulto?”, menciona la especialista.
Además, esta tendencia impulsa la formación de una personalidad muy extrovertida y egocéntrica en los infantes. “El hecho de verse diferente, con ropas extravagantes, les provoca a los niños llamar la atención. El niño aprende a entender que este sistema de posturas y de situaciones extrañas en su manera de ser les da beneficios”.
“Lo vuelve muy dominantes, egocéntricos, narcisitas, personas que tienen que ser visibles para el resto a como dé lugar”, agrega Leiva. En ese sentido, se va rompiendo el crecimiento trascendente de los pequeños, en el que se avanza cada etapa y sienten lo que significa su edad. Esta pérdida en los espacios provoca confusiones a todo nivel.
La psicóloga también hace énfasis en lo importante que es para el correcto desarrollo social de los infantes llevar una vestimenta adecuada, puesto que, si se encuentra preocupado por no ensuciar su ropa o no maltratarla por lo exclusiva o bonita que es, entonces no va a poder desenvolverse con normalidad o de forma entusiasta y segura en su entorno.
Niños vestidos como adultos. Foto: okchicas
Al salir al parque, por ejemplo, va a tener miedo de embarrarse, correr, saltar, de hacer actividades propias de su edad por miedo a manchar o malograr su ropa. De esta forma, no tendrán la libertad ni la seguridad necesaria para aprender a relacionarse socialmente con sus iguales.
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“Además, le estamos enseñando a apreciar más lo material, lo estético, que su propia comodidad y libertad para ser ellos mismos (...) De alguna manera, estamos creando seres plásticos, seres insensibles a una realidad humana, que es otra cosa por la que tenemos que preocuparnos”, puntualiza la experta.
Finalmente, Martha Leiva recomienda a los padres de familia siempre vestir a sus hijos con ropas cómodas, que vayan conforme a su edad y, si quieren incluir toques de moda, que lo hagan sin salirse de los patrones. “Siempre la edad en la mente. Cada edad tiene sus características propias y el padre tiene que aprender a medir esas habilidades que le corresponden a cada etapa y fortalecer a la siguiente, pero nunca extremarlas”, expresa la especialista.
Expertos afirman que si los niños elijen su ropa y deciden sobre su aspecto, consiguen ventajas para su desarrollo: se sienten más respetados y valorados, adquiriendo confianza en ellos mismos. Además, su personalidad se afianza y se hacen más autónomos.
La psicóloga clínica Úrsula Perona te brinda algunos tips para fomentar la autoestima en tus hijos menores.