Miles de inmigrantes que viven en Estados Unidos y sueñan con obtener la Green Card se enfrentan a un gran temor: tener antecedentes penales. Aunque este factor puede parecer un obstáculo definitivo, la realidad es mucho más matizada. No todos los delitos impiden conseguir la residencia permanente, y en muchos casos aún existe la posibilidad de regularizar el estatus migratorio.
Las autoridades migratorias estadounidenses, específicamente el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), evalúan cada solicitud de forma individual. Para tomar una decisión, analizan factores como la gravedad del delito, el tiempo que ha pasado desde que ocurrió y las acciones que el solicitante ha tomado para reconstruir su vida.
El sistema migratorio de Estados Unidos ofrece ciertas exenciones legales, conocidas como waivers, que permiten a algunos inmigrantes con antecedentes seguir adelante con su solicitud de residencia permanente. Foto: composición LR
PUEDES VER: California: Gavin Newsom firma ley que prohíbe a los empleadores solicitar la licencia de conducir como requisito de trabajo
Los delitos menores, como infracciones de tránsito u otras faltas de escasa gravedad, no necesariamente impiden acceder a la residencia permanente. USCIS da especial importancia al tipo de delito y si este refleja una 'falta de moralidad', término legal que agrupa acciones como el fraude, el robo o el engaño.
En situaciones donde la infracción haya sido un hecho aislado y no esté relacionada con conductas que representen un riesgo, el solicitante aún podría calificar para obtener la Green Card. Este enfoque brinda una oportunidad real a quienes, pese a errores cometidos en el pasado, han demostrado llevar una vida estable, responsable y en cumplimiento con la ley desde entonces.
En algunos casos, la ley migratoria de Estados Unidos contempla excepciones que permiten avanzar en el proceso hacia la Green Card, incluso con antecedentes. Por ejemplo, si el delito fue menor, estuvo relacionado con una falta de carácter moral y se trató de la primera infracción, la situación no necesariamente afecta la solicitud, siempre que la sentencia haya sido inferior a seis meses de prisión.
También se abre una posibilidad cuando el delito ocurrió antes de los 18 años y han transcurrido más de cinco años desde entonces. Estas excepciones reflejan el enfoque de la ley de considerar el contexto y ofrecer oportunidades de redención, especialmente a personas jóvenes o a quienes han demostrado una transformación real en su conducta y estilo de vida.
El sistema migratorio de Estados Unidos ofrece ciertas exenciones legales, conocidas como waivers, que permiten a algunos inmigrantes con antecedentes seguir adelante con su solicitud de residencia permanente.
La más común es la contemplada en la sección 212(h) de la Ley de Inmigración, que puede aplicarse si el solicitante tiene familiares directos —como cónyuge, hijos o padres— que sean ciudadanos estadounidenses o residentes legales permanentes.
Para acceder a este beneficio, es necesario demostrar que negarle la Green Card al solicitante causaría un sufrimiento extremo a sus seres queridos. Esta herramienta puede marcar la diferencia en casos donde el historial penal representa un obstáculo, pero existen vínculos familiares sólidos que justifican una segunda oportunidad.
PUEDES VER: Florida: Ron DeSantis respalda proyecto de ley que protege a personas mayores de fraudes inmobiliarios
No todos los casos tienen una salida favorable. Ciertos delitos son considerados especialmente graves y, en la mayoría de situaciones, descalifican automáticamente al solicitante de la Green Card. Los crímenes relacionados con drogas, terrorismo o violencia extrema forman parte de esta categoría.
Sin embargo, existe una excepción puntual: si la persona solo fue arrestada una vez por posesión de 30 gramos o menos de marihuana, podría seguir siendo elegible, dependiendo de su situación específica. Este detalle subraya la importancia de contar con asesoría legal especializada.