Años setenta. Aroma a revolución. La Guerra Fría en su punto más alto. El mundo en constante discusión política e ideológica. Además, la juventud de entonces experimentaba y sentía el arte no solo como expresión, sino que el mismo estaba en su mejor momento. La mejor música, el mejor cine… Perú no era ajeno a esos tambores de cambio y en el espectro cultural la figura del mayor poeta peruano, César Vallejo, se hallaba en un tramo de máxima difusión, y no precisamente por gestión interna. Vallejo formaba parte del discurso planetario que apostaba por un mundo mejor, o en todo caso, más justo. En ese escenario de sueños y retos, Juan Acevedo llevó al formato de historieta el famoso relato de Vallejo: Paco Yunque (1978).
El reconocido historietista recibe a La República. Es una nublada mañana de lunes y un cuy de medio metro de altura, escultura de Alonso Núñez, será el testigo de un encuentro que tiene a Acevedo como protagonista por partida de doble: la nueva edición de Paco Yunque (Reservoir Books, 2024) no solo destaca por su vigencia temática (leer el buen prólogo de la escritora Carla Sagástegui), sino igualmente nos regresa al Acevedo que marcó un punto de quiebre para la historieta peruana; además, el próximo 24 de octubre, recibirá el Premio Casa de la Literatura Peruana, que no dará dinero, pero sí un sólido prestigio, que es lo que importa.
“En 1978 empiezo a hacer Paco Yunque para la revista Collera. Un año atrás, en la revista Marka había empezado a publicar dibujos de humor gráfico. Había estado buscando dónde publicar porque mis dibujos de humor no contaban con espacio en las revistas y los periódicos estaban cambiando. Ese mismo año se va radicalizando la derechización del general Morales Bermúdez”, dice Acevedo sobre una época signada por la agitación. Tanto en 1977 y 1978, hubo sendos paros nacionales que estremecieron al país, los cuales obligaron a Morales Bermúdez a acelerar el tránsito/la transición hacia la democracia. “Pero lo que más recuerdo: fue una etapa de gran productividad para mí. Estaba por cumplir 29 años. Me quedo a veces pensando y me asombra cuando reviso todo lo que hacía al mismo tiempo. Por ejemplo, publiqué mi primer libro teórico sobre historieta”.
Adaptar este relato de Vallejo era un objetivo para Acevedo desde su etapa escolar. Para cuando lo lleva a cabo, no solo le significó el cumplimiento de un anhelo personal, del mismo modo una ruptura. Hasta ese momento, la historieta peruana no se destacaba por su dramatismo. Acevedo tampoco, pero ya estaba preparado para su primera historieta dramática.
“Ese mismo año, 1978, hice dos historietas por encargo. La primera era una especie de manual sobre el tema agropecuario, la otra sobre el paro de 1977. Había muchos partidos de izquierda, grandes y pequeños. Yo no pertenecía a ningún partido, pero sí apoyaba la causa, estaba identificado con sus principios. No hacía vida partidaria, en ese tiempo mi vida se repartía entre mis trabajos y mis estudios. Me iba corriendo de San Marcos a la Católica y de la Católica a San Marcos. A veces me perseguían los perros de las chacras. En estos trabajos por encargo que te comento, se ve el tipo de dibujo que uso para Paco Yunque. Fue un cambio radical a lo que estaba haciendo”.
Paco Yunque, Humberto Grieve y Paco Fariña son los personajes principales del relato de Vallejo. Individualmente o juntos, suscitan más de una lectura, pero todas nos llevan a un terreno común: Paco Yunque es una crítica abierta al racismo y a la discriminación. La inquietud está cantada: ¿cuánto hemos cambiado como país en este par de taras? Si algo debe quedar claro, porque nunca faltan los detractores estratégicos, es que más allá de los valores que pone en bandeja Vallejo en Paco Yunque, el relato derrocha calidad literaria y no deja indiferente al lector. Sigue transmitiendo e incomodando desde su publicación en 1951, trece años después de la muerte del poeta.
“Yo creo que nuestra sociedad va cambiando muy lentamente. Se va modernizando en la medida en que hay más medios ahora que ayudan a esa modernización. Entonces no es moderno ser racista, aunque en la realidad veamos cómo perdura el racismo, cómo se moderniza. Ahora estoy leyendo libros del siglo XVIII y uno nota que la discriminación no vino con la conquista, ya existía desde siglos anteriores. Con la llegada de los españoles, el racismo se renueva, asumiendo un color que no se tenía. Hoy el racismo es más solapa debido al tema económico. Para decirlo fríamente o brutamente: un cholo deja de ser visto así porque tiene plata. La diferencia está en las actitudes, no importa si es más trigueño o más cobrizo si es que tiene mucha plata. Puede ser un pituco que desprecia a aquellos a los cuales estaría vinculado sanguíneamente”.
Acevedo tiene la marca de los grandes artistas. Pasa lo difícil como fácil. Las viñetas de su Paco Yunque no admiten errores. “Un error te lleva a trabajar la viñeta o la página otra vez. Hice este Paco Yunque con mucha calma, con mucha paciencia. Ese fue el método que aprendí, en cuanto a dibujo, con Adolfo Winternitz. Se va de lo más claro a lo más oscuro, todo el cuadro avanza al mismo tiempo, esto te permite ir comparando en dónde es más oscuro que en otro lugar. Es como una fotografía”.
Si bien la lectura que se le da Paco Yunque está en el rubro infantil y juvenil, por lo expuesto se deduce que también es un texto a ser leído por todo tipo de lector. Para Acevedo, Paco Yunque es un reflejo de cómo nos “relacionamos en el Perú. Cada peruano es complicado. No quiero separarnos de otros países porque tenemos muchas características semejantes en América Latina. No por gusto se formó aquí el virreinato. Los dos virreinatos se hicieron en México y Perú porque había un desarrollo. No es que a alguien se le ocurra llegar a un desierto y hacer un virreinato. Necesitas algo previo. Y ese algo previo se daba en México y Perú. En Paco Yunque vemos una sociedad diferenciada, un niño como Humberto Grieve en un polo, Paco Yunque en otro polo y en medio está Paco Fariña, cuyo apellido en portugués es harina. Fariña representa la solidaridad, ayuda a Paco Yunque. Todos tenemos algo del abusivo Humberto Grieve, también de Paco Yunque, pero en realidad todos los peruanos tenemos más de Paco Fariña, que es el amigo que te acoge en los momentos difíciles y está contigo”.