El grupo islamista Hayat Tahrir al Sham, que dirige la coalición que tomó la ciudad siria de Alepo, estuvo vinculado al grupo yihadista Al Qaida y trata desde hace años de convertirse en alternativa política en el norte de Siria, sin convencer a las potencias occidentales.
HTS, aliado a grupos rebeldes, algunos apoyados por Turquía, afirma que renegó de los fundamentos de sus orígenes, cuando el grupo se llamaba Jabhat al Nusra y juraba lealtad a Al Qaida.
Adoptó su nuevo nombre en enero de 2017 y según International Crisis Group (ICG), cuestionó en sus bastiones a responsables de Al Qaida y del grupo Estado islámico (EI).
Compuesto esencialmente de combatientes sirios, se reivindica ahora como una alternativa política local.
A inicios de 2019 tomó el control de la mayoría de la provincia de Idlib (noroeste) en detrimento de otros grupos rebeldes. Y creó un "gobierno de seguridad", que controla la economía de Idlib y al que la mayoría de los jueces designados son leales.
"Los rebeldes comenzaron a instalar estructuras de proto-gobernanza", indica el Soufan Center, con sede en Nueva York.
"Algunos de esos esfuerzos datan de hace varios años, con tentativas sofisticadas de subvencionar el precio de la alimentación y estabilizar los sectores bancarios y energéticos".
En coordinación con las agencias de la ONU, el gobierno de seguridad "suministra los servicios esenciales a la población", precisa a AFP Jérôme Drevon, experto en yihadismo en el ICG.
Y aunque algunos consideren su poder autoritario, "ofrece una gobernanza homogénea que contrasta con las otras regiones sirias".
A mediados de 2023, el periodista francés Wassim Nasr se entrevistó con el jefe de HTS, Abu Muhamad al Julani, en la provincia de Idlib.
"Él y su grupo ya no están comprometidos en la yihad internacional (...). Consideran que eso solo +trae destrucción y fracasos+", dijo Nasr cuando regresó a la revista CTC Sentinel, de la academia militar estadounidense West Point.
"Las mujeres van a la escuela, las mujeres conducen, se ve gente que fuma en la calle. Por supuesto están lejos de adoptar los valores democráticos o los de una sociedad liberal, pero es un cambio", señala.
Una evolución que para Drevon ha probado su sinceridad. "En enero de 2017, uno podía preguntarse si se trataba de un movimiento táctico de Al Qaida para no llamar la atención de países como Estados Unidos" sobre HTS, recuerda. "Pero ahora se comporta como un grupo insurgente", sin "dimensión de terrorismo internacional".
Para él ese giro ideológico y su potencia frente al régimen de Bashar al Asad debería llevar a los occidentales a "reconsiderar su relación" con HTS.
Aunque aun es considerado como grupo terrorista por la ONU, Estados Unidos y algunos países europeos, "pronto habrá que encontrar formas para administrar esta situación, inclusive abriendo el diálogo", dice el analista.
Pero varios observadores piden prudencia, y afirman que Hayat Tahrir al Sham sigue siendo un grupo islamista radical, en un contexto sirio tan complejo como cambiante.
"El grupo demostró que era muy oportunista en sus alianzas y lealtades", subraya Tammy Palacios, encargada de contra-terrorismo en el New Lines Institute. Está convencida de que seguirá siendo una "organización yihadista mientras su dirección no ponga fin a sus conexiones con grupos y yihadistas más radicales".
Su autoproclamada transición "no es compartida obligatoriamente por todos sus miembros" y "sigue gravitando alrededor de intereses y grandes objetivos de Al Qaida", dijo a AFP.
El riesgo yihadista en el norte sirio sigue siendo a ese respecto inmenso. "HTS tal vez terminó con Al Qaida, pero Al-Qaida no ha terminado con HTS".
Un poco como los talibanes, dirigentes de facto de Afganistán desde el verano de 2021 que aun no reconocidos como tales por la comunidad internacional, HTS puede tener dificultades para salir de las listas occidentales de las organizaciones terroristas.
Una posición que el alemán Hans-Jakob Schindler, director del think tank Counter Extremism Project (CEP) y antiguo experto ante el Consejo de seguridad de las Naciones Unidas, considera justificada.
Subraya que HTS "glorificó los ataques de Hamás" contra Israel el 7 de octubre de 2023.
"No hay debate" en torno a que el grupo debe permanecer en las listas de "organizaciones terroristas", señala Schindler.
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