Varios soldados norcoreanos heridos y capturados murieron en Ucrania, afirma Zelenski
Varios soldados norcoreanos heridos murieron el viernes en Ucrania tras haber sido tomados prisioneros, anunció el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que acusó a Rusia de proporcionar a estos soldados una "protección mínima".
"Varios soldados norcoreanos murieron hoy. Nuestros soldados consiguieron capturarlos. Pero estaban gravemente heridos y no pudieron ser salvados", dijo durante su declaración diaria.
El presidente ucraniano denunció también "la locura de la que son capaces las dictaduras", al enviar soldados a morir "en combates en Europa".
Según Kiev, 12.000 soldados norcoreanos, entre ellos "unos 500 oficiales y tres generales", están desplegados en la región rusa de Kursk, donde el ejército ucraniano lleva a cabo una ofensiva desde agosto.
Hasta la fecha, ni Rusia ni Corea del Norte confirmaron la presencia de este contingente en el conflicto.
"Tienen muchas bajas. Muchas. Y vemos que al ejército ruso y a los supervisores norcoreanos no les interesa en absoluto la supervivencia de estos coreanos", agregó Zelenski.
"Se está haciendo todo lo posible para que nos resulte imposible capturar a coreanos. Los rusos los están enviando con una protección mínima", acusó.
El portavoz del Consejo Nacional de Seguridad estadounidense, John Kirby, confirmó por su parte la estimación de Corea del Sur de que unos 1.000 soldados de Pyongyang fueron abatidos o heridos "solo la semana pasada" durante combates en Kursk.
Según Kirby, los mandos militares de Rusia y Corea del Norte han usado a estas tropas para que sean sacrificadas "y les ordenan asaltos inútiles contra las defensas ucranianas".
El viernes en la mañana, los servicios de inteligencia de Corea del Sur informaron que un soldado norcoreano capturado el 26 de diciembre mientras combatía junto a las fuerzas rusas sucumbió a sus heridas.
Su captura constituyó el primer caso que se conoce desde que Kiev y los países occidentales dijeron que Pyongyang había desplegado tropas.
La implicación de un ejército extranjero en el conflicto supone una escalada considerable en la invasión de la exrepública soviética, lanzada por Rusia hace casi tres años y que entra en una fase crítica con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en menos de un mes.
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