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Agencias

La colonia "Trump Heights" planea ampliarse en los Altos del Golán sirios anexados por Israel


Un cartel en honor del presidente electo de Estados Unidos Donald Trump precede la llegada al asentamiento "Trump Heights" ("Altos de Trump"), al final de una carretera de colina en los Altos del Golán sirios, en gran parte anexados por Israel.

La colonia, engalanada con banderas israelíes y estadounidenses, debe su nombre a la decisión adoptada en 2019 por Trump, durante su primer mandato, de reconocer la anexión de esta meseta estratégica en las fronteras de Israel, Líbano y Siria.

Estados Unidos se convirtió así en el primero, y hasta ahora único país, en haber dado ese paso.

Cinco años después, Trump Heights aloja a 26 familias, en un conjunto de casas y caravanas improvisadas, pero tiene planes de expansión.

Su director, Yarden Freimann, calcula que en un año duplicará su población y que al cabo de tres, 99 familias se habrán instalado en nuevas viviendas.

La implantación podría recibir además pronto apoyo oficial.

El 15 de diciembre, el gobierno israelí aprobó créditos por 40 millones de séqueles (11 millones de dólares) para duplicar la población judía de los Altos del Golán, dos tercios de los cuales fueron conquistados por Israel en la guerra árabe-israelí de 1967 y anexionados en 1981.

El plan se anunció una semana después del derrocamiento del presidente sirio Bashar al Asad tras una fulgurante ofensiva liderada por fuerzas islamistas consideradas como una amenaza por Israel.

- "Frontera civil" -

En las localidades judías de Golán, el presupuesto asignado fue muy bien acogido, sobre todo después de más de un año de ataques con cohetes y drones disparados desde Líbano por Hezbolá.

El movimiento islamista libanés afirma actuar en apoyo de su aliado Hamás, en guerra con Israel en la Franja de Gaza.

"Estamos muy satisfechos por el hecho de que el gobierno entienda la importancia del Golán y la necesidad de invertir, no sólo en seguridad, sino también en el desarrollo de la comunidad de aquí", afirma Yaakov Selavan, subdirector del Consejo Regional de los Altos del Golán.

"Como frontera noreste de Israel, no estamos aquí sólo por los paisajes", añadió, recordando que la letal incursión de Hamás en suelo israelí el 7 de octubre de 2023 demostró "la necesidad de una frontera civil fuerte", capaz de defender las fronteras del país.

"Tras la peor tragedia de la historia del Estado moderno de Israel, debemos seguir construyendo y reconstruyendo para mejorar", continuó Selavan, que vive en Yonatan, en los Altos del Golán.

Actualmente se está elaborando un plan estratégico de desarrollo para la región.

En los Altos del Golán viven actualmente unos 30.000 colonos judíos y unos 23.000 drusos, que llegaron a la zona antes de la ocupación y siguen siendo en gran medida leales a Siria, señaló Selavan.

El plan prevé crear tras tres comunidades, una junto a "Trump Heights" y otra potencialmente en una franja de tierra en disputa con Líbano.

El programa también incluye la mejora de carreteras e infraestructuras y ampliar las comunidades existentes, incluida en la única ciudad del Golán, Katzrin.

"Acabamos de recibir los documentos de la Autoridad de Tierras israelí", dice Selavan, señalando un mapa de la zona conocida por los israelíes como "Monte Dov" y por los libaneses como "Granjas de Shebaa".

La autoridad israelí no contestó a las solicitudes de AFP para obtener informaciones al respecto.

- "Pioneros" -

En Trump Heights, ya se ha limpiado el terreno para colocar los cimientos de unas cincuenta nuevas viviendas.

Freimann cuenta que la comunidad, que recibió a la primera familia en 2021, esta formada actualmente por unos 70 adultos y más de 60 niños menores de 13 años, procedents de todo Israel.

"Son pioneros", destaca.

Entre ellos hay judíos tanto religiosos como laicos.

El crecimiento del asentamiento ha sido a pesar de todo lento hasta ahora, incluso con los esfuerzos del gobierno para fomentarlo, admite.

Frente a una de las casas improvisadas, Yedidya Ostroff, de 31 años, que llegó apenas el martes con su esposa al lugar, recoge ramas y hojas muertas.

"Vinimos aquí porque la visión de esta comunidad, sus residentes y sus aspiraciones de futuro encajan perfectamente con las nuestras", explica.

El recién llegado dice no estar mayormente preocupado por las condiciones de seguridad.

"Esto es lo que conocemos, por desgracia. Espero que la situación se mantenga en calma", comenta.

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