Menos frío intenso y menos nieve durante el invierno en el hemisferio norte, advierte estudio
El hemisferio norte está experimentando una reducción de días de frío intenso y de nevadas copiosas durante el invierno boreal, lo que tendrá consecuencias en la agricultura o el turismo, advierte un estudio del centro de estudios Climate Central el martes.
Este instituto de investigación estadounidense estima que más de un tercio (44) de los 123 países y casi la mitad (393) de las 901 ciudades analizadas han perdido al menos el equivalente a una semana de días de heladas (temperaturas inferiores a 0 ºC) cada año debido al calentamiento de origen humano.
El análisis se centra en las temperaturas mínimas entre los meses de diciembre y febrero -que corresponden al invierno del hemisferio norte- durante la década 2014-2023.
Se basa en datos de observación que se compararon con una simulación de un clima que no habría sido afectado por el calentamiento debido al uso masivo del carbón, el petróleo y el gas.
El estudio concluye que el cambio climático ha aumentado especialmente el número de días invernales con temperaturas positivas en Europa, el continente que se está calentando más rápidamente en el mundo. Los países más afectados han sido Dinamarca y los países bálticos.
Francia, por su parte, ha experimentado al menos 10 días adicionales por año por encima de 0 °C durante la última década, con una tendencia más marcada en el norte y el este.
"La nieve, el hielo y el frío, que solían ser símbolos de la estación invernal, están desapareciendo rápidamente en muchos lugares, amenazando los ecosistemas, las economías y las tradiciones culturales", destacó Kristina Dahl, responsable científica de Climate Central.
Estas jornadas invernales frías son "cruciales" para varios sectores, desde los deportes de invierno hasta la producción de agua potable, que dependen de la cantidad de nieve, señala.
Los autores también subrayan las consecuencias para la salud: el frío ayuda a regular las poblaciones de insectos portadores de enfermedades como los mosquitos y las garrapatas, mientras que inviernos más cortos favorecen la dispersión del polen, y por ende, las alergias.
La agricultura también puede verse afectada por este fenómeno, particularmente en el crecimiento de ciertos frutos como las manzanas o los duraznos, que requieren períodos prolongados de bajas temperaturas, señala el estudio.
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