Hulk, el líder de un Atlético Mineiro de capa caída
Es el dueño de la fuerza y la palabra, pero también de la cinta de capitán y de la esperanza de los hinchas del Atlético Mineiro de alzar su segunda Copa Libertadores de América. A los 38 años, Hulk todavía tiene pólvora que explotar.
Cerca del epílogo de su carrera, que lo llevó a clubes de Europa y Asia, el atacante de físico de luchador puede preciarse de mantener vivo su olfato goleador, una cualidad que el Galo va a necesitar para vencer al Botafogo el sábado en Buenos Aires.
La disputa por el cetro continental encuentra al club de Belo Horizonte en mal momento, con diez partidos consecutivos sin ganar (seis derrotas, cuatro empates), sin chances de coronarse en el Brasileirao y dolido por haber perdido la final de la Copa do Brasil ante el Flamengo.
Pero en la adversidad, el ídolo albinegro ha hecho valer su fama de paladín para mantener el bote a flote: motiva y defiende a sus compañeros, reprende a árbitros y adversarios, y comanda la ofensiva que completan Paulinho y Deyverson.
"Es un jugador decisivo. Todos confiamos mucho en él", dijo su técnico, el argentino Gabriel Milito. "Aparece cuando tiene que aparecer. Es nuestro capitán, nuestro líder. Es un ejemplo para nosotros desde todos los puntos de vista".
- La "obsesión" del capitán -
Nacido en Campina Grande, en Paraíba (nordeste), Hulk ha anotado 19 goles y brindado 12 asistencias en 50 partidos esta temporada, unas cifras superiores en su conjunto a las de sus menos experimentados compañeros de ataque.
Paulinho, de 24 años, lleva 19 dianas y cuatro pases gol en 58 encuentros, mientras que Deyverson, de 33 y gran figura copera del Mineiro, ha celebrado en seis ocasiones y asistido en dos en 20 entradas a campo con los albinegros.
La Libertadores es la gran deuda del musculoso atacante (pesa alrededor de 97 kilos y mide 1,80 metros) desde que retornó a Brasil en 2021, tras pasos destacados por el Tokyo Verdy de Japón, el Porto de Portugal, el Zenit de Rusia y el Shanghái SIPG de China.
Ese año, en el que fue el artillero del equipo con 36 anotaciones en 68 partidas, alzó la primera liga del Mineiro en medio siglo y la copa local, dos conquistas que le otorgaron un boleto hacia el Olimpo albinegro junto a leyendas como Reinaldo y Ronaldinho Gaúcho.
Ronny guió al Galo en 2013 hacia su hasta ahora único título de la Libertadores.
"Sin duda es una obsesión, por eso se llama la Gloria Eterna. Tengo el sueño de ganarla. Nos hemos estrellado contra el travesaño en algunos años en los que teníamos grandes posibilidades de vencerla", dijo Hulk al portal Globo Esporte.
- Respeto de los rivales -
El principal torneo de clubes de América le ha resultado particularmente esquivo. En las tres ediciones pasadas, el Palmeiras, campeón en 2021 y 2022, lo eliminó en semifinales, en cuartos y en octavos.
Hace tres años, en la semi de ida ante el Verdão, falló un penal que bien podría haber significado el pase al juego definitivo.
Ahora, el otrora atacante de la Seleção reconoce que el favoritismo está en la cancha del Botafogo, líder de la liga brasileña y que invirtió en refuerzos una cifra muy por encima de los estándares sudamericanos (más de 70 millones de dólares).
"¿Podemos ganar? Sí, podemos. En una final, cuando el árbitro pita el inicio, se trata de quien esté mejor, más concentrado. Vamos a trabajar duro para hacer una buena conexión", afirmó.
El miércoles de la semana pasada, los dos finalistas coperos se enfrentaron en Belo Horizonte (sureste) por la jornada 34 del Brasileirao. Firmaron un empate a cero, pero el epílogo del partido -de altas revoluciones- mostró la efigie de autoridad de Hulk.
Givanildo Vieira de Souza, su olvidado nombre oficial, cuestionó con dureza y pidió humildad al extremo Luiz Henrique, luego de que la joya del Fogão supuestamente dijera en pleno campo que el Mineiro "era un equipo muy débil, una mierda".
"Que aprenda de sus errores. Lo tiene todo para ser una estrella, pero primero tiene que serlo como persona", dijo el capitán del Galo.
Luiz Henrique, de 23 años y una de las revelaciones de la selección brasileña en 2024, se disculpó días después: "Lo respeto mucho, es un jugador de alto nivel".
raa/ll/gfe