Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero...
¿Qué efectos vienen teniendo los frecuentes paros contra la extorsión, los atentados y los asesinatos en el transporte? Sin duda los paros transmiten el grado de indignación en ese gremio y evidencian la ineficacia de las autoridades a cargo de la seguridad ciudadana. Pero por sí solos los paros no han evitado ni reducido esta forma de criminalidad.
Otro efecto de estos paros es evidenciar la preocupación de los dirigentes por la situación de la base (choferes y pasajeros) y su disposición a chocar con el gobierno para resolver el sangriento problema. Pero no hay cómo chocar con el gobierno, pues este, como el anterior, hace quites y promesas que dejan las cosas en nada.
No hay nada malo en que los transportistas paren, una táctica pacífica y democrática. Lo que no pueden es esperar que esa vía arregle las cosas o que las mitigue de forma significativa. Pero si estamos en la sección esperanzas, nada indica que el próximo gobierno sea más eficaz que el que acaba de partir, o que el muñón semestral de este.
La extorsión se ha vuelto un asunto que incorpora a buenas cantidades de personas: los delincuentes mismos, sus nexos financieros, sus contactos policiales, sus asociaciones entre bandas y, algo muy importante, sus familias. Lo familiar es a la vez la fuerza y el flanco débil de esta forma de criminalidad asesina, y eso vale el doble para los inmigrantes.
En la medida en que el gobierno no mueve, o no puede mover, un solo dedo, un paro no afecta a los extorsionadores. Al contrario, los fortalece, al demostrar que el gobierno no puede contra ellos. Hay que escuchar a los altos mandos y ver las cifras de policías y jueces corruptos para entender el porqué de esta impotencia operativa.
Los transportistas amenazan al gobierno con un paro de 48 horas si hay un nuevo atentado. Pero quienes deciden los atentados son las bandas criminales mismas, sobre las cuales el gobierno, hasta donde se sabe, no tiene la menor influencia. Tampoco se nota que el movimiento parista se esté expandiendo, radicalizando o asentando en el país.
Dicho todo lo anterior, hay que decir que estamos a favor de los paros del transporte. Pero, a la vez, les deseamos a choferes, pasajeros y propietarios instrumentos más eficaces para desprenderse de los parásitos que los extorsionan. A ellos y al resto del país. ¿Alguien dijo Reinfo?

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco X. Cero Facebook. Cero Instagram, cero TikTok. Poemario más reciente: Chifa de Lambayeque (Lima, Personaje Secundario, 2024). Próximo poemario será la quinta edición de Sobrevivir. Acaba de reeditar el poemario Los asesinos de la Última Hora (Lima, Cepo para Nutria, 2025).