Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero...

La guerra falsa, por Mirko Lauer

"Cambiar a Maduro para seguir adelante con una cúpula renovada parece cada vez mejor negocio".

[“Guerra falsa” se llamó a los ocho meses de inmovilidad aliada que precedieron a la Segunda Guerra Mundial].

Los especialistas consideran improbable una invasión estadounidense a Venezuela, pero los marines siguen entrenando en el cercano Puerto Rico, bajo un cielo con misiles. Donald Trump insiste en que su despliegue militar en el Caribe solo es contra los carteles de la droga, pero a la vez considera a Nicolás Maduro un jefe narco, con recompensa gigante y todo.

¿Cuánto tiempo va a durar esta situación, que tiene mucho de paradójico? Los ataques a pequeños botes acusados de transportar droga son un asunto menor al lado de una posible guerra contra carteles con influencia en sus gobiernos. Sin embargo, Maduro ha movilizado todo lo que tiene para enfrentar la posibilidad de un ataque en regla.

De otra parte, si Trump decide atacar, tendrá que asegurarse una victoria total sobre la droga en todo el escenario latinoamericano. Esos son más países que Venezuela. Quizás le puede resultar más fácil derrocar a Maduro que liquidar la industria de la droga, que es el casus belli de las actuales movilizaciones yanquis.

Quizás para Trump mantener a su país en un estado de guerra verosímil funcione como un argumento para tentar anticonstitucionalmente la presidencia por tercera vez, en el 2028. Tal vez la espera a la que estamos asistiendo es para que Maduro se desespere y alguien en Venezuela pase a la acción para desencadenar esa guerra.

En efecto, lo que sucede con las lanchas atacadas, la visita de un enorme portaaviones, vuelos de reconocimiento y entrenamientos militares (de Washington, y ahora de Caracas) tiene mucho de cuenta regresiva. Luego de suplicarle a Trump, ahora Maduro lo está haciendo con Rusia y China, pero sin encontrar respuestas firmes.

En uno de los análisis sobre el conflicto se estima que una debilidad de Maduro está en la reticencia de Moscú y Pekín a venir en su ayuda. Putin tiene el problema de la invasión a Ucrania; a Xi Jinping le espera una larga negociación con los EE. UU. Para ninguno de los dos es el momento de confrontar militarmente a Trump.

Mientras tanto, el cóctel Comando Sur–chavistas aterrados–narcos impasibles–dictadores a la expectativa es el culebrón que mantiene en vilo a América Latina. Los wachimanes castristas no habían preparado a Maduro para esto. Cambiar a Maduro para seguir adelante con una cúpula renovada parece cada vez mejor negocio.

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco X. Cero Facebook. Cero Instagram, cero TikTok. Poemario más reciente: Chifa de Lambayeque (Lima, Personaje Secundario, 2024). Próximo poemario será la quinta edición de Sobrevivir. Acaba de reeditar el poemario Los asesinos de la Última Hora (Lima, Cepo para Nutria, 2025).