Economista por la Universidad de Lima. Ex Gerente de Campo de Cofopri y ex Jefe de la Dirección de Coordinación...
“El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro”, frase atribuida a Raimondi, que sintetiza la contradicción que representa un país lleno de posibilidades, dotado de enormes recursos, con una cultura milenaria y valores ciudadanos basados en la hermandad y laboriosidad, pero que yace postrado en el atraso económico y la exclusión física y social.
La promesa del Perú moderno, próspero y justo permanece como un anhelo distante. A pesar de los avances, las preocupaciones centrales siguen siendo las mismas: integrar física, económica, cultural, racial y socialmente al Perú.
Forjar el país de “todas las sangres” de Arguedas, donde la conquista de los sueños y anhelos personales sea posible a partir de la determinación y el empeño, y no del privilegio y la prebenda; donde nuestro futuro no esté predeterminado por el lugar geográfico donde nacimos o la condición socioeconómica de nuestras familias.
Con nuestras condiciones macroeconómicas, con nuestra integración comercial al mundo y con los términos de intercambio en su mejor momento histórico, ese anhelo es hoy más realizable que nunca. Debemos partir por poner el crecimiento económico en favor de las personas y no al revés.
Para ello es indispensable promover la inversión privada, la grande, mediana y pequeña; propulsar la vena emprendedora de los peruanos; convertir al Estado en parte de la solución y no del problema.
Quienes apuestan por emprender e invertir en el Perú deben poder progresar y, en ese afán, contratar más peruanos y pagar más tributos. Ello implica también que el Estado movilice sus recursos en aumentar la productividad física de la economía, pero sobre todo la productividad de los peruanos.
Solo un pueblo con posibilidades económicas es un pueblo libre.
Alcanzar el bienestar y la libertad popular solo será viable si extendemos la economía de mercado a todo el Perú, mejorando la salud, la educación y la infraestructura, y derribando las barreras que excluyen a millones de peruanos de las bondades del mercado.

Economista por la Universidad de Lima. Ex Gerente de Campo de Cofopri y ex Jefe de la Dirección de Coordinación Territorial de la Defensoria del Pueblo. Actualmente, es Gerente General de un conglomerado inmobiliario dedicado al saneamiento, gestión de tierras y habilitación urbana. Es presidente del Partido Político Libertad Popular.