Economista por la Universidad de Lima. Ex Gerente de Campo de Cofopri y ex Jefe de la Dirección de Coordinación...
Entre el 4 y 6 de noviembre se llevó a cabo la conferencia anual de ejecutivos, evento que organiza desde 1961 el Instituto Peruano de Administración de Empresas (IPAE).
El evento está concebido como un espacio donde altos ejecutivos de la gran empresa y gran inversión en el Perú intercambian propuestas y puntos de vista, con exposiciones de altas autoridades del Ejecutivo e importantes conferencistas internacionales.
Este año, como cada cinco años, el evento reviste una especial importancia, pues tiene un bloque o espacio electoral donde un grupo de candidatos o precandidatos a la presidencia son invitados a exponer su visión política y económica del Perú para los próximos cinco años.
Nunca en la historia había ocurrido que cuatro de los seis invitados rechacen participar en tal evento. Esto denota la poca importancia y profunda desafectación entre la clase dirigente de la política nacional y el sector empresarial. Donde tendría que haber sinergia y complemento, se ha evidenciado recelo y división, tomándose a la broma tan importante evento y presentando un mal augurio hacia el rumbo del futuro gobierno en el Perú.
Uno de los candidatos que sí fue, fue el hasta hace poco alcalde/candidato López Aliaga, que expuso una visión de país que parecía retrotraernos a la primera versión de Alan García o a una versión citadina de los discursos antiinversión y proteccionismo mercantilista de Antauro Humala.
Justo es precisar que, a juzgar por los invitados extranjeros, el presidente Milei de Argentina y el activista de derecha radical Axel Kaiser, el CADE estuvo concebido como un espacio para la reafirmación ideológica de cierta facción del espectro político. Una especie de CPAC en versión nacional. Más que el ajuste fiscal, la deuda, la apertura comercial y el rol subsidiario del Estado —temas ejecutados en el Perú hace más de treinta años—, el desafío es el crecimiento con inclusión, el mercado sin mercantilismo y la competencia sin privilegios, y eso estuvo absolutamente ausente.

Economista por la Universidad de Lima. Ex Gerente de Campo de Cofopri y ex Jefe de la Dirección de Coordinación Territorial de la Defensoria del Pueblo. Actualmente, es Gerente General de un conglomerado inmobiliario dedicado al saneamiento, gestión de tierras y habilitación urbana. Es presidente del Partido Político Libertad Popular.