La economía de la guerra, por José de Echave

Según el Banco Mundial, el 56% de países ya está viendo que sus niveles de crecimiento se ralentizan y la proyección de crecimiento del PBI mundial está alrededor del 2.3%.

La relación entre la guerra y la economía siempre ha sido compleja. Con aspectos visibles y otros ocultos que no siempre se toman en cuenta a la hora de los balances finales. Varias investigaciones han abordado el tema. En algunos casos, subrayan los impactos negativos y en otros los positivos que pueden tener los escenarios bélicos en las economías de los países involucrados y a nivel global.

El economista español, Juan Torres López (1), en un artículo publicado por L’Independant, señala que las guerras, aunque pueda sorprender, tienen efectos económicos que pueden ser considerados como positivos: el aumento del gasto agregado; los mayores presupuestos en armamentos e infraestructura; las innovaciones que implementan las empresas que suministran bienes y servicios para los ejércitos que, como ocurrió después de la Segunda Guerra Mundial, luego son aplicadas a los mercados de consumo; la tecnología; la generación de empleo en algunos sectores, etc.

La otra cara de la moneda es que las guerras implican un enorme costo, que tiene que ser financiado mediante el incremento de impuestos (los existentes y los que se crean), recortes importantes del gasto, sobre todo el social. Las guerras también significan inflación por la interrupción de suministros claves y otros factores. Además, como menciona Torres López, las guerras no solo tienen costos directos y explícitos (monetarios, materiales, humanos), sino también costos de oportunidad que reflejan lo que se podría haber hecho si los recursos dedicados a la guerra se hubieran destinado a otras actividades.

Todo este análisis se puede traer al escenario que se vive en la actualidad. Repasemos algunas cifras y decisiones que vienen tomando los países.

La evolución de los presupuestos militares

Un primer dato es ver cómo ha venido evolucionando el gasto militar en el mundo. Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés), el gasto militar ha tenido el mayor incremento interanual desde el fin de la Guerra Fría: “alcanzó los 2,718 mil millones de dólares en 2024, lo que representa un aumento del 9.4% en términos reales con respecto a 2023”. El peso del gasto militar representó el año pasado el 2.5% del PBI mundial y todo indica que seguirá creciendo.

¿Qué otros datos trae el informe? Los cinco países que encabezan el registro son Estados Unidos, China, Rusia, Alemania e India, que en conjunto suman el 60% del gasto militar total, con un monto de 1,635 mil millones de dólares. El de Estados Unidos representó el 37% del gasto militar mundial, alcanzando los 997 mil millones de dólares (incremento interanual de 5.7%). Mientras que China, el segundo país con mayor gasto, incrementó su presupuesto en 7.0% alcanzado una cifra de 314 mil millones de dólares. Rusia, que ocupa el tercer lugar, aumentó su gasto militar en un 38% alcanzando los 149 mil millones de dólares.

Gasto militar 2024 (en miles de millones de dólares)

Fuente: Statista, Sipri

Si se mide el gasto militar como porcentaje del PIB, los cinco países que encabezan el registro son Ucrania (34%), Israel (8.8%), Argelia (8%), Arabia Saudita (7.3%) y Rusia (7.1%). Viendo el comportamiento por alianzas militares, por ejemplo, el gasto de los 32 miembros de la OTAN aumentó y en conjunto ascendió a 1,506 mil millones de dólares, lo que representa el 55% del gasto militar mundial.

En regiones convulsionadas como el Oriente Medio, el gasto militar aumentó en un 15% con relación al año 2023, alcanzando la cifra de 243,000 millones de dólares. Sin embargo, este incremento estuvo focalizado, sobre todo, en Israel, con un incremento interanual del 65%, alcanzando los 46,500 millones de dólares, y el Líbano, con un incremento interanual del 58%, alcanzando la cifra de 635 millones de dólares. Pese a que Arabia Saudita ha sido el país con el mayor gasto de Oriente Medio y figura en el séptimo lugar a nivel mundial, su presupuesto aumentó solo un 1.5 % en 2024. En cambio, contra lo que se podía pensar por las insinuaciones y campañas desatadas contra Irán, el gasto militar de ese país disminuyó en un 10% en 2024, alcanzando la cifra de 7,900 millones de dólares.

América del Sur y el África Subsahariana, figuran entre las pocas regiones en el mundo en las que el gasto militar ha disminuido. 

Ajustes que se anuncian y los que se esperan

De seguir la tendencia de incremento, tendrán que sacrificarse otras partidas presupuestarias. De hecho, algunos países ya vienen anunciando severos planes de austeridad: por ejemplo, el primer ministro francés, François Bayrou, acaba de presentar un plan de ajuste fiscal de alrededor de 50 mil millones de dólares, para reducir un déficit público del 5.8% del PBI y una deuda pública que es la más alta de la Unión Europea. Entre las medidas anunciadas están una reducción importante del número de empleados públicos, el congelamiento de las pensiones y sueldos del sector público, la supresión de días feriados, una contribución especial de los sectores más ricos, entre otras medidas. Todo esto para financiar el aumento del gasto militar que se anuncia alcanzaría la cifra de 7,750 millones de dólares el 2026. Habrá que ver si el plan de ajuste fiscal pasa la barrera del Parlamento y, sobre todo, de la sociedad francesa.

Se espera que otros países tomen decisiones similares. En la zona euro, Alemania y España evalúan la situación. En el caso de Alemania, el gasto militar aumentó en un 28% en 2024, alcanzando los 88,500 millones de dólares, lo que lo convierte en el país con mayor gasto militar de Europa Occidental y el cuarto a nivel mundial. En España, la autoridad fiscal ha señalado que el aumento del gasto militar obligará a recortar gastos o aumentar los impuestos. Queda claro que es insostenible que los presupuestos militares continúen aumentando sin que se hagan ajustes para manejar déficits y altos niveles de endeudamiento.

¿Cómo se traduce todo esto en la economía global? Entre la guerra comercial y las guerras de verdad, la incertidumbre aumenta. Según el Banco Mundial, el 56% de países ya está viendo que sus niveles de crecimiento se ralentizan y la proyección de crecimiento del PBI mundial está alrededor del 2.3%. Además, el Índice de Incertidumbre del Comercio Mundial (2) alcanzó los 1,151 puntos, todo un récord, cuatro veces por encima del promedio histórico.

¿Cómo esto puede impactar en una pequeña economía como la peruana, vulnerable a los shocks externos? Por el momento los términos de intercambio siguen siendo favorables. La ecuación precios altos del oro y cobre y un barril de petróleo alrededor de los 70 dólares el barril, ayuda. Sin embargo, los equilibrios son precarios y todo puede cambiar como quedó demostrado luego del ataque de Israel a Irán a mediados de junio: cualquier cosa que perturbe el tránsito por el estrecho de Ormuz (por donde se transporta una quinta parte del petróleo que consume el mundo), puede provocar que el precio del petróleo se dispare y que la situación cambie drásticamente. La incertidumbre continuará.

Epílogo. Alto al genocidio en Gaza.

(1) Miembro del Consejo Científico de Attac España y catedrático de la Universidad de Sevilla.

(2) El Índice de Incertidumbre del Comercio Mundial es un indicador económico utilizado por organismos como el Fondo Monetario Internacional.