René Gastelumendi. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.

Gileo vs género: una frontera a considerar, por René Gastelumendi

La Defensoría del Pueblo defiende la privacidad de las personas trans, mientras que se plantea el dilema del consentimiento pleno. ¿Es la omisión de esta información una vulneración de derechos en relaciones amorosas?

¿Se debe revelar la identidad de género antes de un beso? ¿Se vulneran derechos al omitir información clave en un encuentro romántico? ¿Cómo afecta la identidad de género al consentimiento pleno? ¿Dónde trazar la línea entre privacidad y honestidad?

El reciente debate en Perú, propiciado por el peculiar suceso en un bar donde un periodista teóricamente heterosexual y, en la práctica, muy conservador, besó —según varios testimonios públicos— a una atractiva mujer transgénero, ha puesto de manifiesto una compleja colisión de derechos. El episodio, que provocó un álgido y polifacético debate en redes sociales, subraya la tensión que sin duda existe entre la autodeterminación y privacidad de la mujer transgénero y el derecho al consentimiento pleno de la otra persona.

Reconozco de manera abierta y categórica la diversidad sexual, y aunque mi posición está inevitablemente influenciada por mi realidad como hombre cisgénero y heterosexual, trataré de ser lo más objetivo posible. Es desde esta perspectiva que intento abordar el dilema que plantea una frontera difusa: la colisión entre el respeto a la identidad y el derecho a la información plena en el cortejo o en el gileo, como lo llamamos en esta tierra. Dure lo que dure.

Por un lado, la Defensoría del Pueblo y las normativas internacionales defienden el derecho de las personas transgénero a la privacidad y a no ser discriminadas. Forzar esta revelación no solo constituye una intromisión en su vida privada, sino que, en un contexto de transfobia, puede exponerlas a violencia y exclusión. Lamentablemente, en un país tan machista como el Perú, la realidad es aún más compleja, tan paradójica que parece no tener salida: tanto la revelación forzada como la omisión pueden generar reacciones violentas. La cruda realidad de la violencia y discriminación que enfrenta la comunidad trans en el país, por el solo hecho de ser trans, es innegable, y subraya por qué la protección de la privacidad es esencial.

Sin embargo, en este dilema considero —después de mucha reflexión, lectura y diálogo— que debe prevalecer el derecho a ser informado. El argumento del consentimiento pleno en una relación no puede sostenerse si se omite información relevante. Y esta perspectiva no solo aplica al hombre heterosexual, sino a cualquier persona, incluyendo a mujeres cisgénero y a personas con diversas orientaciones sexuales. La información y la honestidad deberían ser valores complementarios. Si un individuo busca específicamente una relación con alguien cuyo sexo asignado al nacer coincide con su identidad de género, este tiene derecho a sentir que la falta de conocimiento sobre la identidad transgénero de su pareja representa un engaño. Sus derechos a establecer relaciones bajo expectativas claras se ven vulnerados.

Esta tensión se agudiza si la mujer transgénero mantiene sus genitales asignados al nacer. Aunque su identidad de género es completamente válida, la información sobre su anatomía puede ser crucial para el consentimiento sexual. La omisión de este dato puede ser entendida como una deshonestidad más profunda, poniendo a prueba la ética de la relación y las expectativas sobre la intimidad física. El derecho a la privacidad no debe anular la autonomía personal de la otra parte para decidir sobre su consentimiento.

Desde la óptica de la ética y el consentimiento, la autonomía personal para elegir con quién relacionarse debería basarse en un conocimiento completo. Si bien no existe un "derecho humano" que garantice ser informado sobre el historial biológico de una pareja, la ética del consentimiento en el gileo exige honestidad. De hecho, esta transparencia puede ser incluso no solo más ética, sino también más romántica, ya que construye un vínculo basado en el respeto mutuo.

Aquí surge una pregunta filosófica crucial: ¿Qué es la "información" en el contexto de la identidad? ¿Es lo que dice un papel, el pasado biológico, o es la verdad del presente, el devenir de una persona que vive y se identifica como mujer? Para buena parte de la filosofía, el ser no es, sino que deviene. Como sostenía Heráclito, la realidad y la identidad están en constante flujo. La identidad no es un estado fijo, sino un proceso. No solo incluye el punto de llegada, sino también el punto de partida. El hecho de que a una mujer se le asignara un sexo biológico diferente al nacer forma parte ineludible de su devenir. Reconozco la complejidad de esta dualidad, pero para garantizar un consentimiento pleno, la información sobre ese devenir no puede excluir el pasado si este afecta las expectativas fundamentales de la otra persona.

Aunque el derecho a la privacidad no se disuelve en el ámbito legal —e incluso en interacciones policiales o penales la discrepancia en el DNI no crea una obligación legal de revelar la identidad asignada al nacer—, el estándar ético en las relaciones personales es muy diferente.

Humildemente recomiendo que la revelación de la identidad de género y, si aplica, de la anatomía, ocurra antes de que la intimidad física sea inminente. Esto garantiza el consentimiento informado del prójimo, equilibrando la privacidad con la honestidad necesaria para una relación basada en el respeto mutuo.

Al final, la decisión de revelar la identidad trans es personal, pero en esta frontera difusa y difícil entre la diversidad y el consentimiento, el derecho a la información debiera prevalecer para asegurar que las relaciones se basen en el respeto a la autonomía de ambas partes. La falta de revelación, en este contexto, puede comprometer la transparencia necesaria para un vínculo genuino.

René Gastelumendi

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René Gastelumendi. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.