“Mis pacientes eran niños de seis años con metralla en el corazón, balas en el cerebro, y mujeres embarazadas cuyas pelvis habían sido destrozadas”, relató esta semana Feroze Sidhwa, un médico estadounidense que ha estado en Gaza, ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Más de la mitad de los niños del enclave, agregó, tiene tendencias suicidas.
Hubieran preferido morir junto con sus padres. También hay madres que abrazan los cuerpos inmóviles de sus hijos, a los que les acarician el pelo y les piden perdón, acaso como último recurso filial frente al horror. Por si no bastara, hay literal hambruna, provocada por el actual gobierno de Israel, que ahora deja entrar con un cruel cuentagotas la ayuda.
¿Cómo se puede pasar de frente ante esta barbarie? ¿En nombre de qué los miembros más poderosos del Consejo de Seguridad, y otras potencias mundiales, levantan las cejas o se acalambran a la hora de tomar decisiones más contundentes? ¿Les (nos) deja tranquilos hasta poder ver la masacre en los teléfonos, como si fuera una serie de terror?
Recordar ahora la crueldad de Hamás, en su incursión brutal del 7 de octubre del 2023 y otros actos, para no condenar claramente los crímenes de palestinos en Gaza es un argumento gastado, inútil, porque eso no detendrá la espantosa sangría. El terror no se combate con el terror, como lo ha demostrado tantas veces la historia, a costa de inenarrables sufrimientos.
Miles de niños han muerto ya. Miles, no cientos. Lo han dicho UNICEF y numerosas organizaciones humanitarias. Incluso ha habido protestas de ciudadanos israelíes en algunas ciudades, en contra de este horrendo aniquilamiento masivo, porque les causa rechazo. Un solo niño asesinado es una herida a nuestra especie. Miles es un clamor que sube al cielo.
No quiero imaginar cómo son los últimos momentos de un niño bombardeado. O el dolor de una madre que lo ve expirar. Si los gobiernos del mundo no detienen esta espiral, estos meses quedarán como un tiempo indigno. Lo dijo Sidhwa en su presentación: “no pueden fingir que no lo saben”. El sistema internacional no puede ya atragantarse con un silencio vergonzoso.
(*) Profesor PUCP
Lic. en Comunicación y Mag. en Estudios Culturales. Cobertura periodística: golpe contra Hugo Chávez (2002), acuerdo de paz con las FARC (2015), funeral de Fidel Castro (2016), investidura de D. Trump (2017), entrevista al expresidente José Mujica. Prof. de Relaciones Internac. en la U. Antonio Ruiz de Montoya y Fundación Academia Diplomática. Profesor de Relaciones Internacionales en la Pontificia Universidad Católica del Perú y Fundación Academia Diplomática.