Un nuevo diálogo necesario, por Eliana Carlín

 El debate debe dejar de estar centrado en Lima, aunque parezca un imposible pedir esto a la gran prensa. Visibilizar a quienes no suelen tener voz es un desafío particularmente difícil si hablamos de 43 partidos. 

El impacto de la fragmentación política se discute actualmente en el marco de los 43 partidos inscritos actualmente de acuerdo al Jurado Nacional de Elecciones, los mismos que participarán en el proceso electoral de 2026. Esta situación refleja gran desconexión entre políticos y la ciudadanía. Sin una nueva forma de diálogo inclusivo, que reconozca a los sectores marginados, la fragmentación seguirá alimentando la crisis política y la captura del Estado por intereses tradicionales que nos han llevado la situación actual: adultos mayores sin pensión, sicariato y extorsión fuera de control, familias que consumen menos calorías diarias, violencia sexual desatendida en escuelas de la amazonía, entre muchos otros flagelos.

Distintos autores como Steven Levitsky (2003 y 2016) y Martín Tanaka (2005) han desarrollado en extenso que la debilidad de los partidos ha erosionado la representatividad. Si a eso le sumamos que se profundizó la desconfianza, cuestionando y hasta pretendiendo eliminar desde las élites la votación rural en 2021, es bastante obvio que el diálogo político es casi imposible mientras se continúe ignorando a las poblaciones históricamente marginadas. Esta desconfianza es un muro muy difícil de derribar.

Según el Latinobarómetro 2024 sólo el 9% se identifica con los partidos en el Perú. Un proceso electoral marcado por un debate más inclusivo podría transformar la crisis en una oportunidad para fortalecer la democracia peruana. Para ello toca mirar hacia las alternativas electorales que parten desde las regiones. El debate debe dejar de estar centrado en Lima, aunque parezca un imposible pedir esto a la gran prensa. Visibilizar a quienes no suelen tener voz es un desafío particularmente difícil si hablamos de 43 partidos. Queda hasta el 2 de agosto para ver cómo queda la conformación de las alianzas electorales. Es entonces que tendremos la foto final del partidor.