Ingeniero Electrónico con maestría en administración de empresas. Con experiencia profesional como gerente de empresas tecnológicas, profesor universitario, congresista de la república y gobernador regional. Impulsor de la transformación digital del Perú. Demócrata por convicción, apasionado por la grandeza del Perú y el talento de los peruanos.
A 11 meses de las elecciones generales, los partidos políticos que gobiernan desde el congreso de la república pretenden lavarse la cara, deslindando de Dina Boluarte. Quieren que olvidemos que son ellos los que nos han llevado a esta crisis política que vive el país, empezaron el 2016 con el fraudismo que indujo a PPK a renunciar, para luego realizar una demolición de Pedro Castillo, donde combinaron un alto dosis de discriminación social con sospechas de corrupción, hasta que con su colaboración lograron su vacancia.
Para luego poner a Dina Boluarte en la presidencia de la república, con el objetivo de garantizar su continuidad hasta el 2026 e impulsar leyes a favor de la impunidad de sus líderes y de las organizaciones criminales. Desde el 7 de diciembre del 2022 el congreso ha sido tomado por extremistas y conservadores de derecha e izquierda. Estos, con el objetivo de manejar a su antojo el aparato estatal, para distribuir los recursos públicos de acuerdo con su conveniencia, han establecido un gobierno que constituye la segunda fase del fujimorismo, además a la presidenta le han puesto un respirador artificial y fecha de caducidad.
Hoy a la luz de las encuestas que indican el desprestigio de Boluarte y por considerarla una mochila pesada, el congreso, olvidando que también está bajo cero en aprobación, está dispuesto a quitarle el respirador artificial para según ellos lavarse la cara y quitarse la mochila pesada.
No dejemos que la impronta agresiva del congreso contra la presidenta nos haga ver como una actitud de oposición y que lo hacen porque el Perú les interesa, no es así. Con esa actitud quieren limpiarse la cara, pero no podrán hacerlo, porque tienen las manos manchadas con sangre y sospechas de corrupción, además el pueblo despertó.
Así como a Boluarte no le alcanzó el bisturí para cambiar su imagen, a los congresistas con sus partidos políticos tampoco les alcanzará, por lo que contra su voluntad por mucho tiempo permanecerán con las caras sucias.

Ingeniero Electrónico con maestría en administración de empresas. Con experiencia profesional como gerente de empresas tecnológicas, profesor universitario, congresista de la república y gobernador regional. Impulsor de la transformación digital del Perú. Demócrata por convicción, apasionado por la grandeza del Perú y el talento de los peruanos.