Embajador peludo, por Mirko Lauer

Los productores informan que la saga va a seguir, con una cuarta película. 

[Hace 14 años hicimos una columna sobre Paddington, el oso famoso, hoy vuelto a relanzar por una película que va al encuentro de la Navidad. Tomo el título y partes de aquella columna con retoques, pues el tema ha cobrado aún mayor vigencia al pasar al cine.]

El pequeño muñeco de peluche oso Paddington, concebido por Michael Bond en 1958, es una importante representación de lo cuchi para los niños del primer mundo anglo, y todos saben que viene del “profundísimo, oscurísimo Perú” (Deepest, darkest).

De modo que el oso es, parafraseando a Luis Loayza, vagamente un peruano, con algunos rasgos que no pierden su actualidad en la saga del tercer mundo: abandonado en una estación ferroviaria de Londres, con una nota que dice “Por favor cuídenlo. Gracias”, es recogido y acogido por la bondadosa familia Brown, y empieza una vida de aventuras inocentes.

En alguna nueva versión el osito es un polizonte que llega sin papeles en barco desde Perú, es detenido e interrogado por la policía británica sobre su derecho a permanecer en Gran Bretaña. De modo que Europa se le hace tan oscura como Perú.

Lo cual es un giro en la historia original, pues Paddington ya era conocido y amado por los niños ingleses como un personaje perfectamente aclimatado, que come sándwiches de mermelada y toma cocoa, circula por los escenarios londinenses de Notting Hill y Portobello Road, y visita a su amigo el anticuario húngaro Mr. Gruber, otro inmigrante.

En la película sobre Paddington que acaba de estrenarse en Gran Bretaña y llegará a otros países a mediados de enero próximo. Parte de la novedad es que el osito visita amistades peruanas y de paso sube a Machu Picchu. Los productores informan que la saga va a seguir, con una cuarta película. Los comerciantes han empezado a advertir que es el Perú donde es mejor comprar un peluche para llevar a casa.

Debemos, pues, saludar a Paddington, y considerarlo otro peruano que triunfa en el extranjero luego de haber pasado algunas penurias en el Perú, y un embajador distinto de los demás. Quizás algún escritor quiera dotar de una parte peruana y temprana a su escueta biografía.

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).