Los empresarios mineros y sus serviciales amigos del Gobierno quieren destruir lo poco avanzado en el cuidado del ambiente. No aprenden.
Dicen que las inversiones están paralizadas por una supuesta “tramitología” (aunque año tras año se han dado innumerables normas para acortar plazos). Lo que no quieren recordar es que muchas inversiones fueron “paralizadas” no por la burocracia, sino por la desconfianza de la población hacia los estudios ambientales. Tía María y las ¡138! observaciones de un organismo de Naciones Unidas, o Conga y los estudios que demostraron la debilidad de sus supuestos ambientales: esos fueron los hechos que llevaron a una extendida desconfianza de las comunidades locales, a protestas y a la suspensión de proyectos.
¿Por qué había tanta desconfianza? Porque el Ministerio que aprobaba los estudios ambientales era Energía y Minas, es decir, la autoridad política que tiene por objetivo promover las inversiones mineras y petroleras. Era juez y parte.
En ese contexto, el Gobierno de Humala (¡del que Otárola fue ministro!) creó una comisión multisectorial para mejorar la gestión ambiental. Allí se propuso algo que se caía de maduro: que los permisos ambientales debían ser otorgados por una entidad técnica independiente. Así fue como se creó el Senace. Qué rápido se olvidaron.
Ahora quieren destruir el Senace y convertirlo en un cajón de sastre, metiendo a la mala a todas las entidades técnicas que resulten “incómodas”: la ANA que debe cuidar el agua, el Sernanp que gestiona las áreas naturales protegidas, el Serfor que debe proteger los recursos forestales. Quieren volver a la época de estudios ambientales aprobados de cualquier manera y sin credibilidad. ¡Eso sí que es crear trabas para las inversiones! Entiéndanlo bien, señores: la verdadera traba es la falta de credibilidad y la debilidad de las instituciones ambientales.
Lima. Periodista con estudios de maestría en comunicación política y periodismo ambiental, docente universitario e investigador y activista en temas de comunicación, derechos humanos, política y ecología.