Por: Verónica Sifuentes
Sector público y privado suelen mirarse con desconfianza, reduciendo así las posibilidades de trabajar juntos para superar algunos de los principales desafíos del país. En el medio, los ciudadanos más vulnerables son testigos de un recelo estéril que impide generar nuevas alternativas para mejorar su calidad de vida.
Las mayores oportunidades de colaboración se han dado ante emergencias y desastres, como han sido las respuestas al fenómeno de El Niño del 2017 o a la pandemia del Covid-19, gracias a la articulación entre diferentes actores de la sociedad. Hombro a Hombro es un ejemplo de una organización que, en estas situaciones, contribuye canalizando recursos y capacidades del sector privado articulando con el Estado.
Sin embargo, lo normal es que nos juntemos ante desafíos excepcionales, pero lo excepcional es que nos juntemos ante desafíos cotidianos, resultado de brechas estructurales que de verlas todos los días nos resultan invisibles. Estos desafíos también demandan que, entre todos encontremos soluciones. Y estoy convencida de que la mejor manera de hacerlo, sobre todo en un país fragmentado, es cooperando.
Si bien resulta más sencillo que cada uno avance por su cuenta, el impacto de articular con otros es mucho más grande. El sector privado nunca podrá solucionar en solitario los problemas nacionales. Es el Estado el ente rector de las políticas y servicios públicos, y quien tiene la posibilidad de impactar masivamente sobre la vida de más peruanos.
Sin embargo, al mismo tiempo, el sector privado tiene la capacidad de ejecutar con mayor agilidad y probar lo que desde el sector público –muchas veces por excesivas restricciones– no se puede, y contribuir con recursos y expertise a encontrar soluciones a los grandes retos que enfrentamos en el Perú.
En este sentido, organizaciones empresariales como IPAE, Empresarios por la Educación o Perú Sostenible, han marcado una ruta que sirve de ejemplo para trabajar articulando con el sector público. Asimismo, mecanismos como el de Asociaciones Público Privadas y Obras por Impuestos, si bien son perfectibles, constituyen el norte que deberíamos seguir impulsando.
Desde Es Hoy (1), uno de nuestros ejes de acción es la colaboración público-privada. Iniciamos apoyando al Estado, a través del Proyecto Legado Juegos Panamericanos, para contribuir con capacidades y recursos a acelerar la vacunación contra el Covid-19. Ahora buscamos ser un actor que, desde el sector privado, trabaje junto al Estado para fortalecer la gestión pública para mejorar los servicios al ciudadano.
Mantengamos la ilusión de las Fiestas Patrias, recordando que colaborar no es una opción, sino la única vía que tenemos para salir adelante como país. Demostremos que sector público y privado tenemos la capacidad de actuar juntos por un bien mayor.
Columnista invitado. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.