Gran Orquesta de Domínguez sufre grave accidente

El peligroso boom de la extorsión S.A., por Augusto Álvarez Rodrich

Si no se detiene este crimen, puede ser el comienzo del fin.

De no detenerse pronto, y es previsible que eso no sucederá, la reacción en defensa propia evidente del dueño del chifa Lin Ping de Villa El Salvador para liquidar al ladrón que amenazó a su esposa e hija se convertirá en la respuesta más frecuente ante la ola delictiva y, especialmente, frente a un tipo de crimen en auge: la extorsión.

No hay día que no se conozca de una nueva extorsión, es decir, la presión criminal sobre una empresa de todo tamaño y rubro, o a una persona, para exigirle un cupo ilegal en dinero u otro beneficio, para poder operar comercialmente o, simplemente, para vivir, lo cual suele volverse en rutina.

Apunta a empresas de todo tamaño y personas de cualquier capacidad económica. El libro de Ricardo Valdés, Carlos Basombrío y Dante Vera, Las economías criminales y su impacto en el Perú, añadió, en su segunda edición ampliada y actualizada, la extorsión como uno de los delitos en auge.

Ahí se recuerda que el fenómeno de la extorsión se remonta a los años 50 en el campo de la construcción civil, y que se fue desarrollando en una serie de otros rubros en el norte del país, como en Trujillo a pequeños buses, taxis y mototaxis en montos pequeños pero que, en volumen, son enormes.

Hoy la dimensión de este crimen es nacional y abarca a toda actividad y tipo de personas, desde grandes y pequeños empresarios, hasta personas comunes y corrientes.

Este columnista conoció en los últimos días casos directos de amenazas a vendedores de flores en Barranco (veinte soles a la semana) o a emprendedores de pequeños y flamantes restaurantes en Surquillo, y se enteró, también, de algunos rubros de la medicina en los que los doctores prefieren atender solo a personas ‘referidas’ y con toda reserva con el fin de protegerse de la extorsión. Las artistas Monique Pardo y Deysi Araujo han denunciado ser víctimas de la extorsión.

Algunas víctimas de este crimen a veces pagan los cupos, pero el hartazgo es creciente, y no debería sorprender que, ante la dificultad de la policía para controlarlo, la defensa propia venza a la resignación y se empiecen a ofrecer servicios de protección antiextorsión, lo cual sería el comienzo de lo que ya se sabe y que se vuelve imparable.

Augusto Álvarez Rodrich.

Claro y directo

Economista de la U. del Pacífico –profesor desde 1986– y Máster de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy, Harvard. En el oficio de periodista desde hace más de cuatro décadas, con varios despidos en la mochila tras dirigir y conducir programas en diarios, tv y radio. Dirige RTV, preside Ipys, le gusta el teatro, ante todo, hincha de Alianza Lima.