Opinión

Estado Islámico en Puno

"En Puno ha comenzado con una preocupante parodia del Estado Islámico, aquí en la modalidad 'La protesta es un papá severo', que reemplaza al Estado peruano".

Nadie pensó que Sendero Luminoso volvería como facción armada, y en efecto hasta ahora no lo ha hecho. Hasta aquí el pensamiento Gonzalo ha circulado como movimiento sobre todo estudiantil-sindical, realmente sin mucho que hacer o decir. Ahora la protesta ha añadido la posibilidad de agitar a su repertorio de tareas políticas.

Las columnas del Vraem, que son gente propiamente armada, con toda razón son vistas como narcos y no como senderistas. El corte con Abimael Guzmán de comienzos de los años 90 se ha mantenido, y ambos sectores han venido viviendo en un estado de mutua indiferencia. Todavía no es claro por qué se dio la emboscada a un convoy policial en el contexto de la protesta.

Con la pasividad con que entró SL luego de su derrota, el peligro desde la izquierda empezó a ser percibido como un asunto del exterior, en la actuación de países como Cuba o Venezuela, o personajes como Evo Morales. Sin duda los ayudantes oficiosos de movilizaciones en el Perú están aquí, pero la iniciativa se ha trasladado a los gobiernos mismos.

Daba la fuerte impresión de que Pedro Castillo hacía esfuerzos por legitimar en su administración un currículo generado desde SL. Pero eso se le fue complicando con el avance de la corrupción, y terminó de irse al diablo con el golpe de Estado en TV. Pero de que Movadef-SL fueron parte del gobierno de Castillo, no cabe duda.

El espectáculo de los ex-SL, cripto-SL, neo-SL y otros casos similares en movimiento no ha revelado a la fecha a una organización militar activa, pero sí algunas redes de viejos camaradas a la pesca de segundas oportunidades en las oficinas de empleo del Estado y en la calle revuelta por la reciente protesta.

¿Qué hay ahora entre el público ante la idea de SL? ¿Miedo? ¿Indiferencia? ¿Nueva opinión? En todo caso no hay en escena un discurso de la revolución castigadora. Ese tono lo asumen más bien los tuits atrevidos del castillismo resentido por la pérdida del gobierno. SL ha dejado de ser el centro de la cosa política.

Lo nuevo parece ser una serie de esfuerzos por construir un poder regional electoral-violentista, en pequeños estados feudales. En Puno ha comenzado con una preocupante parodia del Estado Islámico, aquí en la modalidad “La protesta es un papá severo”, que reemplaza al Estado peruano.