Inmigrante venezolano desaparece en Texas camino al trabajo y fue hallado preso en megacárcel de El Salvador tras reportaje
La desaparición de Adrián León Rengel, migrante venezolano en Dallas, genera inquietud tras ser arrestado y deportado a El Salvador sin que su familia fuera notificada.
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En marzo de 2024, la desaparición de Adrián León Rengel, un migrante venezolano de 27 años, causó gran inquietud en Dallas, Texas. El joven, que había tenido una conversación telefónica con su hermano para felicitarlo por su cumpleaños, fue detenido mientras se dirigía a su trabajo como barbero.
Tras varios días marcados por la angustia y la incertidumbre, su familia descubrió que Adrián estaba recluido en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador, una prisión reconocida por sus duras condiciones. Esta impactante información salió a la luz mediante un reportaje periodístico, que reveló detalles clave sobre su deportación, un proceso que nunca fue notificado oficialmente a sus familiares.
Este caso pone en evidencia las complejidades y contradicciones del sistema migratorio estadounidense. Aunque Adrián había llegado a Estados Unidos de manera legal mediante la aplicación CBP One y había solicitado el Estatus de Protección Temporal (TPS), su detención fue rodeada de confusión. Lo que parecía ser una simple rutina diaria, se convirtió en un drama para su familia, quienes lucharon por obtener respuestas mientras se enfrentaban a respuestas contradictorias de las autoridades migratorias.
¿Cuándo desapareció el inmigrante de Venezuela en Estados Unidos?
Adrián León Rengel abandonó Venezuela en busca de mejores oportunidades y, tras residir un tiempo en Colombia, logró ingresar a Estados Unidos en 2023 a través de la aplicación CBP One, una herramienta creada por el gobierno estadounidense para facilitar el acceso de migrantes al país. Con la intención de comenzar una nueva etapa, solicitó el Estatus de Protección Temporal (TPS), un permiso que le permitiría vivir y trabajar legalmente mientras persistiera la situación de crisis en su nación de origen. Sin embargo, el 13 de marzo de 2024, Adrián desapareció sin dejar ninguna pista sobre su paradero.
Ese día, como parte de una costumbre, llamó a su hermano para felicitarlo por su cumpleaños. Esta fue la última vez que su familia tuvo noticias de él. Solo un día después, su vida dio un giro inesperado. Agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) lo detuvieron mientras se dirigía a su trabajo en Texas, sin que sus familiares fueran informados sobre el motivo o el lugar de su detención. Lo que parecía ser un hecho rutinario, comenzó una pesadilla que duró más de 40 días.

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La confusión en la detención y la búsqueda desesperada
La familia de Adrián, compuesta por su hermano y su novia, inició una búsqueda frenética, pero las respuestas fueron esquivas y contradictorias. Los miembros de su familia contactaron al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), pero las respuestas no ayudaron a esclarecer su paradero. En ocasiones se les informó que Adrián seguía detenido, mientras que otras veces les dijeron que había sido deportado a El Salvador, un país con el que no tiene ninguna relación.
La incertidumbre se intensificó cuando la madre de Adrián viajó hasta Caracas, en Venezuela, para comprobar si su hijo había sido enviado a un centro de detención allí. Sin embargo, no encontró rastro de él. La familia continuó su búsqueda por diferentes canales, incluyendo la ayuda de organizaciones de derechos humanos, como Cristosal, en El Salvador, y la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), en Estados Unidos. La respuesta oficial del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) fue casi inexistente, lo que aumentó la angustia de quienes solo querían saber qué había sucedido con Adrián.
Venezolano fue deportado a megacárcel de El Salvador
Después de más de 40 días de incertidumbre, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) finalmente confirmó que Adrián había sido deportado a El Salvador, pero fue la prensa, no el gobierno, quien le dio la noticia a la familia. La información causó un gran dolor, especialmente a su hermano, quien expresó estar devastado por la noticia.
Aunque no se ha confirmado oficialmente si Adrián fue trasladado al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), la posibilidad de que se encuentre allí ha despertado gran preocupación, dado que esta prisión es reconocida por sus condiciones extremadamente severas y por alojar a presuntos integrantes de pandillas.
El DHS, por su parte, alegó que Adrián formaba parte del Tren de Aragua, una organización criminal considerada terrorista por Estados Unidos. Sin embargo, la familia negó rotundamente estas acusaciones y solicitó pruebas claras. La situación refleja no solo la angustia de un migrante venezolano atrapado en un sistema migratorio confuso, sino también las prácticas de perfilamiento racial y criminalización que muchos migrantes enfrentan al intentar encontrar refugio en otro país.