Florida: comunidad inmigrante está en pánico debido a las políticas migratorias de Donald Trump

Felipe, nombre asignado para proteger su identidad, es un joven inmigrante cubano de 28 años que tomó precauciones antes de asistir a su cita en el Tribunal de Inmigración de Miami: dejó instrucciones a su familia, estacionó su auto y pidió un Uber, temiendo no regresar. Desde la semana pasada, oficiales de ICE se han apostado fuera de las cortes con el objetivo de arrestar a cualquier persona indocumentada, lo que ha creado un clima de miedo.

La situación es crítica para los cubanos con el permiso I-220A, un estatus de libertad bajo supervisión entregada a 400,000 inmigrantes cubanos en los últimos años. Pese a las garantías de políticos como la congresista republicana María Elvira Salazar, la ofensiva migratoria ahora afecta por igual a beneficiarios de parole y usuarios de CBP One.

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Aumento en las detenciones de inmigrantes en EE.UU.

La estrategia del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) se ha extendido más allá, aplicándose a ciudades como Las Vegas, Nueva York, Phoenix y Los Ángeles. En las audiencias, el juez puede pedir a los inmigrantes que desestimen sus cargos, lo que antes era una buena noticia, pero ahora los dejo sin protección y expuestos a la deportación acelerada.

No hay un criterio definido para saber quién será detenido, pero el objetivo es acelerar deportaciones y cumplir metas fijadas por Trump. Además, Ron DeSantis ha impulsado medidas más duras, como prohibir licencias a inmigrantes sin estatus legal y destinar US$298 millones a operativos. En abril, la “Operación Marea” detuvo a 1,120 inmigrantes en solo cinco días.

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Clima de miedo en los inmigrantes

El endurecimiento de las políticas migratorias ha generado pánico en la comunidad inmigrante, que representa una quinta parte de los residentes. La abogada Liudmila Marcelo, en una conversación con El País, destacó un aumento en las consultas de "clientes desesperados", mientras casos como el de un joven cubano autodeportado usando la aplicación CBP Home, reflejan la gravedad. Los venezolanos, en su mayoría, han perdido el TPS y el permiso de trabajo, lo que los pone en riesgo de ser detenidos por conducir sin autorización.

Adriana Rivera, vocera de la Coalición de Inmigrantes de Florida, señala que las medidas de los gobiernos federal y estatal han provocado miedo y desconfianza generalizada, afectando incluso a quienes tienen estatus legal. Según ella, este efecto intimidatorio es intencional. Además, cuestiona el silencio de muchos políticos ante lo que califica como un atropello a los derechos humanos.