Legisladores de este estado de EEUU buscan revertir el derecho al aborto y prohibir transiciones de género en menores
En medio de tensiones sociales, un estado del centro de Estados Unidos debate una nueva propuesta legal que eliminaría el derecho al aborto y vetaría procedimientos de afirmación de género en menores. La medida podría llegar a las urnas en 2026.
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En un giro legislativo que genero un amplio debate nacional, legisladores de un estado del medio oeste de Estados Unidos avanzan con una propuesta que busca revertir el derecho al aborto consagrado por votación popular en 2024. A través de una enmienda constitucional, el estado había garantizado el acceso al aborto hasta la viabilidad fetal, además de proteger otros aspectos del cuidado reproductivo. Sin embargo, una nueva resolución aprobada por el Congreso estatal podría llevar a los votantes una medida contraria que restringe gravemente estos derechos.
La propuesta legislativa también incluye una cláusula que prohíbe los tratamientos médicos de transición de género para menores, una adición que ha provocado críticas por mezclar temas de derechos reproductivos con los de identidad de género. Si el gobernador estatal no convoca a una elección especial antes, la medida será sometida a votación en noviembre de 2026. La situación pone nuevamente en el centro del debate el acceso al aborto y los derechos de las personas trans en un contexto político cada vez más polarizado.
Aborto en Estados Unidos: del avance legal a un intento de retroceso
El derecho al aborto en Estados Unidos continúa siendo un campo de batalla político y social. En este caso, la propuesta que impulsan los legisladores busca derogar la Enmienda 3, aprobada por mayoría popular en 2024. Dicha enmienda estableció que las personas tienen derecho a tomar decisiones sobre el embarazo, incluyendo la interrupción voluntaria, hasta el punto en que el feto sea viable fuera del útero. Fue un hito en ese estado, que había mantenido una de las prohibiciones más estrictas del país tras la anulación del fallo Roe vs. Wade.
Sin embargo, la nueva resolución votada por el Congreso estatal plantea una prohibición casi total del aborto, con excepciones únicamente para casos de violación, incesto o riesgo grave para la vida de la persona gestante, y solo hasta las 12 semanas de gestación. Organizaciones de derechos humanos y grupos médicos han advertido sobre los riesgos de este cambio, tanto en términos de salud pública como de respeto a la voluntad popular expresada en las urnas.
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Transiciones de género en menores, otro eje del conflicto
Uno de los aspectos más polémicos del proyecto es la inclusión de una disposición que prohíbe los tratamientos médicos de transición de género en menores. Esto incluye el uso de bloqueadores hormonales, terapias hormonales y cirugías, incluso con consentimiento de los padres o tutores. Esta adición ha sido criticada por defensores de los derechos LGBTQ+ que acusan a los legisladores de usar la cuestión del aborto para avanzar una agenda más amplia de restricción de libertades individuales.
Expertos legales también han cuestionado la constitucionalidad de incluir dos temas tan distintos en una misma medida. Argumentan que esto puede generar confusión en el electorado y que podría abrir la puerta a desafíos judiciales si la propuesta es finalmente aprobada por la ciudadanía. La estrategia legislativa parece apuntar a movilizar a sectores conservadores del electorado apelando a temas culturalmente sensibles.
Lo que está en juego para el futuro de los derechos reproductivos y de género
Si la medida llega al voto popular y resulta aprobada, marcaría un retroceso significativo en los derechos reproductivos en ese estado, revirtiendo una decisión democrática tomada apenas dos años antes. Además, consolidaría una tendencia nacional hacia restricciones más severas tanto en el acceso al aborto como en los derechos de las personas trans, especialmente menores de edad.
Por ahora, organizaciones defensoras de derechos humanos ya han comenzado a organizar campañas informativas para preparar el terreno ante una posible votación en 2026. Mientras tanto, la ciudadanía observa con atención cómo los legisladores estatales manejan un tema tan delicado y fundamental como la libertad sobre el propio cuerpo y la identidad de género. En un país donde el derecho al aborto y la identidad de género siguen dividiendo profundamente a la sociedad, este caso se perfila como uno de los más decisivos del próximo ciclo electoral.
