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Domingo

Bolivia: la guerra de Evo para ser candidato

El expresidente boliviano Evo Morales libra una disputa con el actual mandatario, Luis Arce, por el control del Movimiento al Socialismo (MAS) y por la posibilidad de ser candidato presidencial. Esta semana encabezó una marcha hacia La Paz, que no fue lo multitudinaria que planeaba. Si puede volver a postular o no, se decidiría el próximo año, poco antes de las elecciones presidenciales. Por ahora parece haber perdido parte del respaldo que antes tenía.

La marcha de partidarios de Evo Morales que llegó el lunes pasado a La Paz, después de siete días de caminata, no fue lo que él esperaba. En sus alocuciones previas había prometido que por lo menos un millón de personas se iban a sumar y que esa multitud llegaría a la capital boliviana, pero eso no ocurrió a pesar de que en El Alto se sumó un gran contingente. Menos de diez mil personas culminaron el recorrido.

“En las noticias internacionales se habla de una marcha multitudinaria, pero no ha sido así. Han llegado a la ciudad unas seis mil personas. No ha sido una ‘gran marcha’ como dicen. Ha sido un fracaso, un fiasco para él”, comenta el periodista y analista político Raúl Peñaranda, director del portal Brújula Digital.

En efecto, Evo había prometido “la marcha más grande de la historia” de su país, pero los cálculos le quedaron grandes. Tanto así, que apenas culminó la movilización anunció que volvería a la región del Chapare, donde vive, para seguir con sus actividades personales. Sus partidarios terminaron enfrentados a seguidores del presidente Luis Arce y también sufrieron una dura represión policial antes de retirarse. 

El poco respaldo a Morales se ha notado no solo en el reducido número de movilizados, sino en la aparentemente escasa presión que este acto ha significado para el Gobierno de Arce. Los evistas marchaban en lo que debía ser una gran demostración de fuerza para exigir cambios en el gabinete, atención a la crisis del dólar y los combustibles, y sobre todo para presionar por la habilitación de Evo Morales como candidato presidencial.

La marcha hacia La Paz que Morales impulsó no reunió ni a 10.000 personas. Él prometió un millón. Foto AFP

La marcha hacia La Paz que Morales impulsó no reunió ni a 10.000 personas. Él prometió un millón. Foto AFP

“Morales le había dado 24 horas a Arce para que cambiara ministros, pero luego dijo que se había equivocado y que ahora eran 48 horas. También había anunciado para el 30 de setiembre un bloqueo de carreteras —algo que en el pasado Evo hizo con éxito—, pero ayer retrocedió y dijo que ya no iba a haber bloqueos. Incluso antes de la marcha quería forzar la renuncia del presidente. Y no ha logrado nada. Me  parece que eso refleja que está pasando por un mal momento”, explica Peñaranda.

No obstante, otros analistas como Gustavo Pedraza, ministro de Desarrollo Sostenible durante el gobierno de Carlos Meza, consideran que Evo Morales sí habría logrado algunas concesiones por parte del presidente Arce.

“El rápido retorno al Chapare evidencia que probablemente le haya arrancado a Luis Arce al menos dos compromisos: que el presidente no será candidato a la reelección y que él sea habilitado para ser candidato por el MAS. [...].

Cómo contraparte, seguramente Evo se comprometió a un cese de movilizaciones y bloqueos, y a dejar que Arce Catacora concluya su mandato”, ha comentado Pedraza.

Evo en campaña

La disputa de Evo Morales con el presidente Luis Arce se centra en el control del Movimiento al Socialismo (MAS) y en quién podrá ser el candidato en las elecciones generales programadas para agosto de 2025. Sus diferencias vienen de cuando Arce, que fue ministro de Economía de Morales durante 12 años, ganó la presidencia en 2020 por el MAS y no fue el mandatario manejable que Evo esperaba que fuera. Esa independencia de Arce es lo que los ha distanciado.

El presidente boliviano Luis Arce se enfrenta al líder histórico del MAS y también a una grave crisis económica en su país. Foto: AFP

El presidente boliviano Luis Arce se enfrenta al líder histórico del MAS y también a una grave crisis económica en su país. Foto: AFP

Actualmente, Evo no puede ser candidato por una sentencia del Tribunal Constitucional de diciembre del 2023, que señala que el presidente solo puede ser elegido por dos periodos ya sean continuos o discontinuos. Evo señala que él aún tiene abierta la posibilidad de ser candidato porque dicha sentencia no trataba sobre su inhabilitación o no, sino que era un amparo sobre otro tema. Al respecto, Arce ha sido ambiguo y no se ha pronunciado. Tampoco confirma si será candidato o no. Y eso irrita mucho al dirigente cocalero.

“Todavía no es tiempo de registro de candidatos, ¿quién le va a hacer caso ahora? Su habilitación es un tema de difícil resolución y estará en manos del Tribunal Supremo Electoral cuando se postulen los candidatos. Cuando estos se registran, el TSE dice ‘este y este candidato no cumplen tales requisitos’. Si llegan al caso de Morales, tendrán que tomar una decisión y podría ocurrir que manden otra vez el caso al TC en consulta: Ustedes decidan que hacer. Eso recién se vería el próximo año, meses antes de la elección”, explica Peñaranda. 

Por su parte, Arce también tiene ante sí un panorama difícil. Además de la piedra en el zapato que significa tener que enfrentarse a su exsocio político y líder del pasado, hoy Bolivia atraviesa una grave crisis económica que ya tiene varios años.

La bonanza gasífera de la primera década de este siglo no existe más. Los ingresos por gas llegaron a alcanzar los 6.000 millones de dólares de ingreso anual, pero las exportaciones del hidrocarburo fueron disminuyendo con los años y no se realizaron nuevas exploraciones para asegurar una producción permanente a futuro. Bolivia tenía aproximadamente 15.000 millones de dólares en reservas hace una década y ahora tiene la décima parte de eso.

Arce hoy enfrenta  como presidente las consecuencias de lo que hizo como ministro de Economía. Nuestro vecino importa más de lo que exporta y ha quemado buena parte de las reservas en subsidiar el combustible (importa el 86% de lo que consume). Los bolivianos no pueden retirar más de 100 dólares a la semana de los bancos y no pueden transferir dólares de su cuenta a la cuenta de otra persona. La escasez de la divisa también pone en aprietos a los empresarios importadores. 

Se conoce incluso que en la frontera con Perú, ciudadanos y comerciantes bolivianos cambian la moneda de su país a soles y luego compran dólares a cambistas peruanos.

Desde hace varios meses, Bolivia vive una grave crisis económica con ausencia de dólares y escasez de combustible. Foto: AFP

Desde hace varios meses, Bolivia vive una grave crisis económica con ausencia de dólares y escasez de combustible. Foto: AFP

En los próximos meses empezará la campaña electoral en Bolivia y la gran paradoja es que los dos principales responsables de la crisis del país están peleando por ver quién podrá ser el candidato del MAS, el partido que más tiempo ha gobernado en lo que va de este siglo. A pesar de que Arce está buscando atraer inversiones y gestionar algunos préstamos, no parece que cambiará mucho su programa económico, sobre todo en época electoral. Hacerlo significaría aceptar que ha estado errado.

En tanto, Evo Morales sigue atacando al Gobierno: ha criticado el nombramiento del nuevo ministro de Justicia, César Siles, a quien acusó de su inhabilitación como candidato a senador el 2020. Para él, el Gobierno de Arce está lleno de “corruptos y drogos”. Su viejo socio es hoy su némesis, su principal enemigo.❖