El mejor equipo de Dota 2
Beastcoast, el equipo peruano de Dota 2, es el mejor de Sudamérica y se prepara para refrendarlo en el Lima Major 2023, que empieza esta semana. Aspiran a campeonar en casa.
Se puede decir que Beastcoast es —dentro de las escuadras profesionales de Dota 2— el equipo top de Sudamérica y el único invicto después del torneo de clasificación de la región para la Lima Major 2023, el campeonato a realizarse en nuestra capital desde el 22 de febrero.
Ahora, StingeR, K1, Scofield, Sacred y DarkMago se relajan en una casa ubicada en la periferia, mientras disputan un torneo de preparación. En el lugar hay cómodos muebles, una máquina Arcade y computadoras de sobra para practicar. Todos son peruanos de 20 a 26 años. ¿En qué se enfocan a días del torneo?
Es un caluroso día de febrero, y a la organización de Beastcoast no le restan ganas de un día de piscina en su “gaming house”, pero dentro de ese ambiente de “relax” se esconde una ambición más fuerte y silenciosa, pero con los pies en la tierra. Les roba el sueño seguir mejorando, incluso más de lo alcanzado en el Dota 2. Y por qué no si aquello puede desembocar en un equipo local campeonando en casa.
Steven “StingeR”, capitán del equipo, encuentra un sabor diferente con la Lima Major: “Es algo nuevo. Habrá mucha gente que conozco en el estadio. Es una mezcla de emociones”. Allá por el 2011, Steven aún jugaba en cabinas. Su objetivo ha sido de largo plazo y persiste hasta hoy: “Quiero que el equipo se entienda mejor que antes, que nos vaya mejor que en la DPC (torneo donde quedaron invictos)”.
Beastcoast, el equipo peruano de Dota 2. Foto: Félix Contreras / La República
Gonzalo ‘DarkMago’ Herrera y Rafael ‘Sacred’ Yonatan, llegaron a fines del 2022 a Beastcoast. Provienen del famoso equipo de Thunder Awaken que alcanzó el top 6 en el último mundial de Dota 2 (The International 2022). DarkMago recuerda cuando jugó Dota por primera vez, a los 12 años, en la cabina de su tío. Sacred rememora que “jugaba en LAN solo 1 o 2 horas porque no tenía dinero para más”.
Héctor “K1” Rodríguez, recuerda su primer contacto con Dota. No fue amor a primera vista, pero sí una notable atracción: “Estaba en casa de mis tíos y mi primo Javier jugaba Dota 1. Me llamó la atención cuando vi un centauro, ya que yo era fanático de la mitología griega. Con el tiempo, aprendí a jugar viendo streams. Me vi los TI 4 y 5 enteros (todos los partidos)”.
“El Dota en Sudamérica ha sido muy informal. Esto de competir es algo nuevo. Si hablamos del 2017 o 2018, era como que jugabas para ver qué pasaba. Te metías sin rumbo y dabas lo mejor de ti. En ese tiempo no era tan remunerado, quizá solo para el mejor equipo del Perú. Para los demás no había nada”, asegura.
También expresan su deseo de apoyo para los de menos recursos. “Hay mucha gente que no tiene dinero para ver las partidas”, apunta Scofield, natural de Huancayo. “En Junín se colocan pantallas grandes en la plaza para que los seguidores del fútbol. Lo mismo se podría hacer para las partidas de Dota 2”.
“El Dota 2 es un juego barato, de cabina. La mayoría de doteros, al menos en Sudamérica, son gente de estos negocios, de barrios, etc.”, reflexiona Héctor. “Tenía amigos dueños de cabina. Me daban horas gratis porque era bueno”.
En Beastcoast se enfocan en dar lo mejor de sí. Y se relajan esperando el Lima Major 2023. Foto: Félix Contreras / La República
El Dota y su fuerza
Más allá de su estadía en conjunto, como una familia que almuerza, entrena y se concentra unida, a los muchachos de Beastcoast no les falta algo qué decir a la comunidad, aquella que los sigue fervientemente. Scofield, por ejemplo, tiene 30 mil seguidores en Instagram. Sus fans lo respetan, lo conocen y saben de su calidad. “El juego es hermoso”, confiesa Elvis.
“Siempre depende ti. No hay un juez o un árbitro que pueda poner las cosas en contra o a favor”. K1 hace mención a cuando los fans se pasan de la raya con sus críticas y al abuso verbal que a veces ocurre en transmisiones en vivo. Los invita a reflexionar sobre ello. Tras esto, guardan sus armas y vuelven a la concentración.