¿Quién reconstruirá Kuélap?
Hace 500 años, una prodigiosa civilización construyó la denominada “fortaleza” de Kuélap, considerada la joya turística del norte peruano. Hoy en día, con toda la tecnología del siglo XXI, burócratas peruanos no saben cómo reconstruir los muros amenazados por un grave derrumbe y la inminencia de las lluvias.
Cuando el presidente Martín Vizcarra visitó la región Amazonas dejó muchas esperanzas en la población. Mientras le coreaban “¡cierra el Congreso!”, el mandatario anunció la posibilidad de ampliar el aeropuerto de Chachapoyas o construir uno nuevo. También comprobó el potencial turístico de la zona, inauguró el asfaltado de una carretera y prometió solucionar la grave amenaza del inminente derrumbe del ingreso a la fortaleza de Kuélap.
Esto sucedió a fines de agosto, días después del incendio que amenazó los bosques y pastos cercanos a Kuélap.
De regreso en Lima, antes de un consejo de ministros, Vizcarra comentó lo mal que se ve el ingreso a la fortaleza de Kuélap. Le aseguraron que pronto se reanudarían las obras de reconstrucción y que el acceso a Kuélap sería restablecido.
“Al presidente lo mecieron”, sostiene un operador turístico de Amazonas.
No le falta razón. Meses después de la gira presidencial, el ingreso a Kuélap luce colapsado y con la amenaza de derrumbe ahora que empezaron las lluvias de temporada.
Y es que los anfitriones en Amazonas le hicieron saber al mandatario que todos los planes para hacer de Kuélap “el Machupicchu del norte peruano” se estaban derrumbando por el inminente colapso de esta joya arqueológica. Lo definieron, además, como una “carrera de caballos y parada de borrico”: la instalación de las telecabinas impulsó el turismo en la región.
No solo facilitó el acceso a la fortaleza, también se consolidó como un nuevo atractivo turístico por el impacto paisajístico del que gozan los turistas antes de llegar a Kuélap. Sin embargo, la decepción de los visitantes es grande al encontrar justo en la puerta de acceso un gigantesco forado cubierto con plásticos, sin un adecuado sistema de drenaje y con un horroroso andamiaje que parece sostener a duras penas los grandes muros de piedra. Por si fuera poco, miles de bloques de piedra utilizados por los constructores de esta maravilla ahora yacen esparcidos en los alrededores.
“Son como piezas de un lego que nadie sabe cómo armar”, es lo que se comenta en los al rededores de Kuélap.
La Cámara de Turismo –Caretur– de Amazonas calcula que este año se recibieron 10 mil turistas menos que en el 2018, “pese a que ahora tiene su teleférico”.
Lo cierto es que nadie sabe qué hacer y los responsables del Gobierno se están tirando la pelota.
“Vizcarra es ingeniero y lo que esperábamos es una solución técnica al asunto”, insisten los operadores de la zona. “Esto ya no es trabajo de arqueólogos, es de ingenieros”, añaden visiblemente desilusionados con el mandatario.
MALA OBRA
Para los expertos aquí se juntaron varias precariedades.
Por un lado, el interior de la fortaleza ha sufrido una desmesurada deforestación. Si observamos las imágenes satelitales de Google Earth (ver fotos en esta página), podemos comprobar la tala de árboles desde el año 2005.
Durante siglos, estos árboles sirvieron como un “paraguas” natural que cubría el monumento. De paso, las raíces que succionaban el agua ya no están ahí y no se han mejorado el sistema de drenaje.
Coinciden en que las lluvias son el principal problema.
En los años ochenta los arqueólogos instalaron un sistema de drenaje con cemento y tubos PVC. A partir del 2003, se definieron las áreas de emergencia, y en los años siguientes estas áreas fueron intervenidas. Varios muros fueron “desarmados” y se aplicó una argamasa para unir los bloques de piedra.
La idea fue impermeabilizar los muros, pero en los últimos años aparecieron manchas de humedad y grietas en las paredes intervenidas.
Fue entonces cuando intervino Plan Copesco, entidad adscrita al Viceministerio de Turismo. Firmaron un contrato por más de 4 millones de soles con la empresa Quetzal SAC en octubre del 2016. Cuando empezaron las obra, los arqueólogos de Quetzal se dieron con lasorpresa de que en el interior de los muros impermeabilizados se habían acumulado grandes cantidades de lodo. También descubrieron dos enormes grietas. Exigieron un incremento en el monto del contrato “porque eso no figuraba en el expediente técnico”. Plan Copesco se negó al aumento y se convocó a un arbitraje que, este año, le dio la razón a Quetzal.
Mientras tanto, Copesco contrató a otra empresa, Consorcio Kuélap, pero se repitió el problema y paralizaron las obras. Ahora Mincetur le quiere pasar el problema al Ministerio de Cultura.
Hartos de esta situación, los operadores y pobladores convocaron a un paro el pasado 6 de noviembre. La medida de fuerza obligó al viceministro de Turismo, José Vidal Fernández, a viajar a la zona, donde sostuvo una reunión con el gobernador regional, alcaldes y operadores de turismo. Vidal fue titular del Plan Copesco cuando se firmó el primer contrato con Kuélap. En abril fue nombrado viceministro y la noticia motivó una marcha de repudio en Chachapoyas.
Aquella vez, Vidal aseguró que la obra no está paralizada, pero las evidencias lo contradicen. En el Ministerio de Cultura ya saben que se necesita contratar a ingenieros expertos en geodinámica y restauradores profesionales. Falta saber si el presidente Vizcarra cumplirá con evitar el derrumbe de Kuélap.
• 21 de octubre 2016. Firma del contrato N°14-2016 MINCETUR Plan Copesco y Quetzal SAC, para proyecto de investigación arqueológica con fines de conservación y puesta en valor del acceso 1 y estructuras adyacentes por S/ 4′072,119.20 soles.
• Nov 2016 – Feb 2017. Consorcio Quetzal detecta lodo tras de los muros sellados y fisuras largas y profundas. Presenta Informe 1. Se retiran por falta de financiamiento adicional.
• Marzo 2017. Inauguran sistema de telecabinas en Kuélap.
• Jul 2018 – Ago 2019. Mientras se resuelve el arbitraje con Quetzal SAC, Plan Copesco contrata al Consorcio Kuélap e inicia actividades de restauración, pero detectan enormes grietas. Presentan Informe Complementario II. También se retiran por falta de financiamiento.
• Abril 2019. Marcha contra Plan Copesco en Chachapoyas por el abandono de las obras en Kuélap.
• 30 de agosto 2019. Presidente Martín Vizcarra visita Amazonas y Kuélap.
• 5 de noviembre. Gobernador regional Óscar Altamirano toma la iniciativa.
• 6 de noviembre. Viaja el gobernador con el alcalde provincial de Chachapoyas a Lima e informa al presidente Martín Vizcarra acerca de la situación en Kuélap. Ese mismo día llegó a Kuélap la nueva directora ejecutiva de Plan Copesco: Carmen Alzamora Montti.
• 13 de noviembre. Viaje del gobernador, alcalde de Chachapoyas y fiscal a Kuélap para constatar el abandono del sitio por Copesco. Pobladores y operadores turísticos anuncian paro de las actividades turísticas en Kuélap.
• 14 de noviembre. Viaje del gobernador, alcalde y el viceministro de Turismo (con equipo técnico de Plan Copesco) a Kuélap y firma de un acta de compromiso.