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La gesta de Pogacar reabre el debate sobre el mejor corredor de la historia

Por palmarés, Merckx sigue siendo mejor que Pogacar: 5 triunfos en el Tour de Francia por 3 del esloveno, 19 Monumentos a 6, 3 Mundiales a 1.

La República
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"Lo que ha hecho es inimaginable". Halagado por el propio Eddy Merkx, el esloveno Tadej Pogacar reabrió, tras su gesta el domingo en el Mundial de Zúrich, el debate sobre el mejor ciclista de todos los tiempos. Y solo tiene 26 años.

Las palabras del hasta ahora considerado sin discusión como el mejor ciclista de la historia ilustra la dimensión alcanzada por Pogacar, que el domingo ganó el Mundial en Zúrich tras una escapada en solitario de 100 km.

"Es evidente que ya está por encima de mí. En el fondo ya lo pensaba cuando vi lo que hizo en el último Tour de Francia, pero esta noche ya no tengo dudas", lanzó el 'Caníbal' belga en las páginas de L'Équipe.

"Yo no atacaba a 100 kilómetros de la meta en un Mundial", reconoció la leyenda del ciclismo belga, 79 años, que hasta ahora calificaba a Pogacar 'solo' como su sucesor, pero al que considera desde el domingo un "inmenso campeón" capaz de hacer en las carreteras suizas algo "inimaginable".

Por palmarés, Merckx sigue siendo mejor que Pogacar: 5 triunfos en el Tour de Francia por 3 del esloveno, 19 Monumentos a 6, 3 Mundiales a 1.

Pero al día siguiente de su demostración se ha reabierto el debate sobre quién es el GOAT ('The Greatest of All Time' o mejor de todos los tiempos).

"Ganar todo"

Aunque, como en todos los deportes, es imposible comparar épocas, Pogacar relanzó el debate desde julio tras completar el doblete Giro-Tour en un mismo año, por primera vez desde que lo lograse el italiano Marco Pantani en 1998.

En Zúrich, el esloveno puso broche a una "temporada perfecta" con la triple corona (Giro-Tour-Mundial) algo que antes solo habían logrado el propio Merckx en 1974 y el irlandés Stephen Roche en 1987.

En 2024 sumó también la Lieja-Bastoña-Lieja y podría aún ganar otro monumento, el Giro de Lombardía, carrera que ya conquistó en tres ocasiones y que se disputará el 12 de octubre, donde vestirá el prestigioso maillot arcoíris.

"Es algo excepcional, de otro mundo", destaca Roche. "Gana vueltas de tres semanas, clásicas, contrarrelojes, etapas de montaña, e incluso al esprint. Con él y Merckx, estoy bien acompañado", bromeó.

¿Cuál es el límite de Pogacar? Los próximos mundiales (en Kigali, Montreal y Sallanches, en Francia) tendrán recorridos muy duros, perfectos para el líder del UAE.

Sin contar los Juegos Olímpicos, solo le restan tres grandes carreras por ganar: la Vuelta a España, que parece ampliamente a su alcance; la Milán-San Remo, que ya ha estado cerca de conquistar; y la París-Roubaix, un desafío que deja para más adelante.

Pero su objetivo es claro: "Quiero ganar todo".

"Estamos en la era Pogacar"

La grandeza de un campeón no se mide solo por su palmarés, sino también por la huella que deja en su deporte y también en este nivel el esloveno gana puntos con su brío, sus ataques arriesgados, su lado intrépido y su fantasía sobre la bicicleta.

"A veces me gustaría saber qué pasa por su cabeza. Arrancar tan pronto era una locura. Además, solo. No me lo creía", explicó el domingo el veterano corredor alemán Simon Geschke.

Sus demostraciones en el último Tour de Francia hicieron resurgir las sospechas de dopaje, sin ninguna prueba para demostrarlo. 'Pogi' siempre ha defendido su limpieza, como antes hicieron tantos otros ciclistas hasta que fueron desenmascarados, durante o después de sus carreras.

El australiano Michael Matthews, su gran amigo en el pelotón y su compañero de entrenamientos en Mónaco, donde residen ambos, prefiere decir que Pogacar le ha vuelto a dar "amor por el ciclismo" por la manera como el esloveno "se divierte sobre la bicicleta".

Si a veces sus rivales parecen desmoralizados, también destaca su admiración. "Lo que hace Tadej normalmente no parece posible. ¡Pero ya lo de este año no es normal!", admitió la estrella belga Remco Evenepoel en la meta de Zúrich.

Según otro de sus rivales, el neerlandés Mathieu van der Poel, esto no ha acabado: "Estamos en la era Pogacar. No sé cuánto va a durar, pero da la impresión que solo estamos al principio".