Carnavales: ¿por qué se dice que son diabólicos y qué relación tiene con la Iglesia Católica?

Los carnavales son fiestas tradicionales llena de colores y disfraces. Si bien su origen no es exacto, existe más de una teoría sobre cómo inició. La más conocida señala que son una tradición cristiana que se realiza antes del miércoles de ceniza. Por otro lado, también se cree que estaría ligada a los sumerios y los egipcios.

Cabe resaltar, que a pesar de que figuraría como un anticipo a la Cuaresma en el calendario litúrgico, algunos religiosos indican que su significado tiene que ver con la adoración al diablo. Entonces, ¿quién tendría la razón?

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¿Qué relación tienen los carnavales con la Iglesia Católica?

Según la RAE, el término carnaval significa fiesta popular que se celebra y consiste en mascaradas, comparsas, bailes y otros regocijos bulliciosos. Una segunda definición señala que son los tres días que preceden al comienzo de la cuaresma.

Por consiguiente, las fechas en las que se realiza este festejo varía entre los meses de febrero y marzo, dependiendo del calendario litúrgico. Por tanto, los carnavales están conectados con la cuaresma, el tiempo de ayuno, reflexión y abstinencia para los cristianos.

En término etimológicos, la palabra proviene del italiano "carnevale", compuesta por dos palabras que significan "quitar carne". Es así que carnaval significa "despedida de la carne", ya que, durante los próximos 40 días, el tiempo que dura la Cuaresma hasta Pascua, los cristianos tienen la tradición de evitar comer carnes rojas. Entonces, ¿por qué algunos señalan que es una fiesta diabólica?

¿Los carnavales son diabólicos?

Algunos cristianos más creyentes de la Biblia señalan que la fiesta de los carnavales se originó para adorar al diablo, ya que es descrita como una fiesta pagana realizada por griegos y egipcios, en la cual, a través de disfraces y máscaras, podían entregarse a excesos y vicios.

Luego, con la llegada del cristianismo decidieron adecuar esta festividad al calendario litúrgico. Por dicha razón, la celebración fue limitada a solo tres días. De este modo, la mezcla entre lo pagano y lo religioso se fue desarrollando hasta convertirse en la fiesta actual que conocemos, en la que la religión se ha dejado de lado, pero cuyas fechas se mantienen relacionadas con la Cuaresma.