Un astronauta captura la fotografía de una ‘calavera’ que parece mirar hacia el espacio desde el desierto del Sahara
Una imagen tomada en 2023 muestra una inusual estructura parecida a un cráneo desde el suelo de una gran caldera volcánica en África.
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En una fotografía tomada desde el espacio, un astronauta en la Estación Espacial Internacional capturó la imagen de una mancha en el desierto del Sahara parecida a una calavera. Esta extraña figura fue encontrada en la caldera volcánica Trou au Natron en Chad, en el corazón del Tibesti Massif, una cadena montañosa que atraviesa parte del desierto. Esta caldera de 1,000 metros de diámetro, que se formó hace miles de años por una erupción volcánica masiva, muestra una figura que, vista desde lo alto, parece un cráneo mirando hacia el cielo.
La caldera, que se formó hace cientos de miles de años tras una erupción volcánica masiva, es hoy un paisaje árido. A pesar de su aspecto sombrío, su estructura ha captado la atención de científicos y curiosos por su llamativa semejanza con una calavera.

Vista aérea de la curiosa formación, ubicada en el macizo del Tibesti. Foto: NASA/ISS
El origen de la mancha en la caldera volcánica
La zona blanca que da forma a lo que parece ser la boca, los ojos y la nariz de esta ‘calavera’ es un área cubierta de natron, una mezcla salina de sulfato de sodio y otros compuestos minerales. Este mineral es responsable del color blanquecino, dando la ilusión de un cráneo con detalles bien definidos. El natron cubre todo el fondo de la caldera y, al ser altamente reflectante y quebradizo, genera una apariencia de superficie agrietada, similar a pintura descascarada.

El cráneo adquiere un aspecto más deformado cuando se observa desde el borde de la cladera. Foto: Gerhard Holub
En el centro de esta "cara" se encuentran dos montículos que corresponden a conos de ceniza, formaciones volcánicas creadas por la acumulación de material expulsado durante las erupciones, según el Observatorio de la Tierra de la NASA. Los conos forman lo que parece ser la nariz y los ojos del cráneo, un efecto visual que, junto a la sombra proyectada por los bordes del cráter, otorga a la caldera una forma aún más llamativa desde el espacio.
Un lugar árido, sin vida e inactivo
Actualmente, el Trou au Natron es una región inhóspita y estéril. Aunque en el pasado fue un lago glacial, hoy se encuentra desértico, sin vida. En la década de 1960, investigadores descubrieron fósiles de caracoles marinos y plancton bajo las capas de sal, lo que indica que la zona fue habitada por organismos marinos hace unos 14,000 años. Posteriormente, en 2015, se hallaron fósiles de algas que datan de hasta 120,000 años atrás.
A pesar de su apariencia inactiva, la caldera forma parte de una región volcánicamente activa. Cerca de allí se encuentra Tarso Toussidé, una gran formación volcánica con un volcán estratovolcánico activo, aunque sin erupciones en los últimos 12,000 años. Esto demuestra que, aunque la caldera en sí está inactiva, la región sigue siendo geológicamente activa y su historia está marcada por cambios dramáticos a lo largo de miles de años.




















