El diario mexicano La Jornada anuncia que el sindicalista-senador Napoleón Gómez Urrutia, un cuestionado activista, acaba de hacer firmar, en Lima, “el convenio que crea el Frente Internacional Minero, FIM, un nuevo organismo que, de entrada, agrupa a organismos gremiales de México, Perú (minera Yanacocha), Argentina y Canadá”. ¿De qué se trata?
Detrás del sonoro nombre está un acuerdo que reúne a los sindicatos de la minera Newmont Mining, con sede en Denver, Colorado, y minas en varios países, entre ellos los que menciona el suelto mexicano. Gómez es senador del partido Morena, lo cual le da al gambito frente a Newmont un evidente tinte oficialista.
Los sindicatos transnacionales de una misma empresa no son algo nuevo. En el Perú el sindicato de Glencore (socia de la minera Volcan y de Antamina y dueña de Antapaccay) es parte de un entendimiento sindical latinoamericano que pide diálogo a sus patronales de Argentina, Chile y Colombia, además de Perú. ¿Algo diferente con el nuevo FIM?
En parte, es otro el arquitecto del convenio, que tiene una brillante carrera torciéndole el brazo al sector minero de su país. Una de esas torcidas, más una acusación de haber alzado con millones, lo obligó a autoexiliarse por 12 años. También allá hizo una rutilante carrera. Se le considera un exponente del sindicalismo charro (oficialista) mexicano.
Según Wikipedia, “Gómez Urrutia ha sido protagonista de diversos escándalos que lo vinculan con desvío de dinero del sindicato, enriquecimiento ilícito, vínculos con el narcotráfico, así como de vivir una vida de lujos que no corresponde a sus ingresos.
“Luego de años de litigio, en abril de 2021, la Junta Especial Número Diez de la Federal de Conciliación y Arbitraje emitió un laudo que ya no puede ser impugnado en el que se le ordenó a Napoleón Gómez Urrutia pagar 55 millones de dólares que fueron desviados del sindicato minero y que correspondían a los trabajadores”.
PUEDES VER: Ovnis artesanales, por Mirko Lauer
Hace unos años el Grupo México, prominente en el Perú por ser dueño de Southern Perú, acusó a Gómez de conspirar contra la empresa en los EEUU. De modo que la presencia del senador por la vía del FIM va a incomodar al grupo mexicano, y por supuesto que también a Newmont. Parece que hay una tranquilidad que se está esfumando.