La devolución anticipada del IGV (crédito fiscal) al sector construcción sería como una transfusión de sangre directa a la vena a un enfermo terminal en cuidados intensivos.
Las empresas constructoras y promotoras inmobiliarias tienen acumulados millones de soles en crédito fiscal –dinero que solo se hace efectivo (se convierte en caja) cuando se realiza la venta de un departamento, casa, tienda u oficina puesta en el mercado–.
Con la economía paralizada por la crisis sanitaria generada por el Covid-19, esas ventas no se podrán concretar en un futuro cercano. Ese dinero se quedará en las arcas de la SUNAT sin generar riqueza, ni movimiento económico alguno.
El sector construcción representa aproximadamente el 6% del PBI y puede generar una reactivación de la economía como ningún otro sector.
Para construir se necesita cemento, fierro, arena, madera, sanitarios, ladrillos, cerámica, carpintería metálica, aluminio, vidrio, tuberías, cables, etc. Eso sin mencionar a los arquitectos, ingenieros y obreros de la construcción civil, entre otros trabajadores vinculados a esta industria clave para el desarrollo de todos los países.
Si se les devuelve anticipadamente a las constructoras y promotoras inmobiliarias el IGV que mantienen en sus balances como “CRÉDITO FISCAL”, le darían una inyección de caja a este sector, que reactivaría la economía sin que se endeuden más las empresas.
La SUNAT recuperaría los impuestos, cuando se realicen las tan esperadas ventas.
¿Que puede reactivar la economía más rápidamente que la construcción?