En muchas ocasiones, los perros sorprenden y preocupan a sus dueños con algunos comportamientos, como el comer sus propias heces. Para algunos, este actuar de las mascotas resulta antihigiénico y solo atinan a castigarlas para que no lo vuelvan a repetir. Sin embargo, existen algunas razones detrás de esta conducta, que puede ser tratada por un veterinario o un etólogo.
Este comportamiento en los perros es conocido como coprofagia. Al respecto, existen diferentes teorías que tratan de explicar por qué los canes comen excremento. Ante las diferentes dudas de quienes tienen mascotas, La República conversó con la veterinaria Ana Martínez sobre qué hacer para evitar esta conducta. A continuación, te lo contamos.
De acuerdo con Ana Martínez, médica veterinaria en el hospital veterinario Los Dominicos, los perros presentan la necesidad de comer heces, cuando hay un desequilibrio a nivel de minerales o por falta de hierro en el organismo de la mascota.
Además, la especialista explicó que podría ser un problema netamente conductual, desarrollado desde etapas tempranas. Por ejemplo, cuando el perro es cachorro y orina o defeca en cualquier parte de la casa, causará una llamada de atención de su dueño. Ante ello, el can pensará que su amo está enojado porque encontró algo 'nuevo' en la vivienda; por ende, tratará de eliminarlo y, como no tiene un 'bolsillo' para guardarlo, la mascota terminará por comérselo.
La coprofagia también se presenta en mascotas con alguna patología en el cerebro, como la demencia senil, o cuando son muy adultos, ya que pierden el sentido del olfato. Esta misma conducta se repite en perros que padecen de desconexión neuronal, lo que llevaría a ingerir heces.
En esa misma línea, la médica veterinaria Ana Martínez precisó que es necesario identificar ciertos rasgos como la edad, conducta, alimentación o patología del can. Para ello, se debe realizar los exámenes correspondientes y determinar la causa, puesto que podría ser que esté ingiriendo sobras de comida, lo que no sería lo adecuado para el perro. En cambio, si es un problema conductual, se requiere acudir con un etólogo, quien ayudará a mejorar el comportamiento de la mascota para que se sienta cómoda en casa con sus humanos y pueda hacer sus necesidades durante sus paseos en el parque.