Una de las características apreciadas con gracia y hasta con ternura entre dueños de perros es el olor de las patas de sus mascotas. Esta particularidad es, a menudo, asociada con algunos bocadillos populares que basan su preparación en el queso.
Esta característica asociada a la vida humana incrementa la curiosidad en muchos amos por querer saber el por qué de este fenómeno. Si eres uno de ellos, conoce a continuación qué dicen los especialistas sobre ello. Asimismo, entérate cuándo podrías alarmarte por esta particularidad.
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La Dra. Ana Martínez Vela (CMVP 11352) del Hospital Veterinario Los Dominicos señala que el olor característico de los perros se debe a una microbiota. Asimismo, señala que hay bacterias, levaduras y hongos que se encuentran en diversas partes del cuerpo del can llegan a causar un olor singular.
En la zona específica de las patas y almohadillas se suelen encontrar gran cantidad de los microorganismos antes mencionados, como por ejemplo, las bacterias Pseudomonas. Estos adicionados a la humedad o al sudor de los perros podría incrementar exponencialmente el aroma.
El olor de las patitas de los perros dependerá también de sus actividades y lugar de residencia. Foto: composición LR/Mestizos Magazine/Nutro
Sin embargo, algo que Ana Martínez reconoce es que cada perro tiene características distintas, más que por la raza, por su hábitat o el lugar donde vive.
“(…)los cambios externos también pueden hacer que algunas de esas bacterias crezcan en mayor cantidad que otras, entonces, por ejemplo, si es un perrito que vive en la calle, va a tener cierto tipo de bacterias. Si es un perrito que está en lugares muy húmedos o con mucho o cerca ríos, lagos o en lugares lluviosos, puede que proliferen otro tipo de bacterias y eso genere un olor diferente de hecho.”, enfatiza la especialista.
Aunque sea común, no quita que pueda haber ocasiones en las que este tipo de olores en tu perro deben preocuparte. Una de las señales inmediatas de alerta, según Ana Martínez, son las secreciones.
“Si hay secreciones inadecuadas como sanguinolentas, pus, lesiones muy costrosas, se lame constantemente (hay que alertarse). Ante ello, la supervisión es vital: Por eso es importante que los tutores se mantengan al tanto de los cambios en su mascota.”, finaliza Martínez.