Con la llegada de la temporada de Acción de Gracias, la pregunta sobre la mejor manera de cocinar el pavo se vuelve crucial. Expertos en gastronomía y agricultura comparten sus opiniones sobre las técnicas más efectivas para preparar este platillo tradicional. Desde el asado clásico hasta métodos más innovadores como el ahumado y la fritura, cada opción tiene sus defensores.
Heidi Diestel, una agricultora de pavos de cuarta generación, y el chef Todd English, ganador de múltiples premios James Beard, ofrecen sus perspectivas sobre cómo lograr el pavo perfecto. Mientras que algunos abogan por el asado como la única forma válida, otros consideran que el ahumado y la fritura son alternativas igualmente deliciosas.
En este artículo, exploraremos las recomendaciones de estos expertos y los métodos que sugieren para asegurar que tu pavo sea el protagonista de la cena de Acción de Gracias.
Heidi Diestel, de Diestel Family Ranch en California, sostiene que asar el pavo es la mejor opción. “Asar el pavo es súper fácil y simple, y resalta las características naturales y el sabor del pavo”, afirma. Para ella, el asado es la técnica que mejor preserva la esencia del ave, haciendo que cada bocado sea jugoso y sabroso.
Además, Diestel sugiere que si decides ahumar el pavo, es recomendable optar por un ave que haya sido salmuera previamente. “La salmuera, ya sea por inyección o mediante el método de inmersión, añade humedad y evita que el pavo se seque”, explica. Esto es especialmente importante, ya que el ambiente de un ahumador puede ser más seco, lo que podría afectar la textura del pavo.
Para un pavo ideal, es fundamental controlar la temperatura interna y dejar reposar la carne tras la cocción. Además, calentar los platos ayudará a mantener la comida caliente en la mesa. Foto: ViveUSA
El chef Todd English, conocido por sus restaurantes en Estados Unidos, prefiere ahumar su pavo. “El ahumado le da un sabor único y profundo”, dice. English recomienda llevar el pavo a temperatura ambiente antes de colocarlo en el ahumador, que debe estar precalentado a unos 150 grados Celsius. “Un termómetro de carne es esencial para asegurar que el pavo alcance una temperatura interna de 74 grados Celsius”, añade.
Una de las recomendaciones de English es no sobrecocinar el pavo. “Muchos piensan que deben asar un pavo grande durante siete u ocho horas, lo que lo hace seco y duro”, advierte. En su experiencia, los pavos de entre 7 y 8 kilos son ideales, ya que los más grandes tienden a ser insípidos y requieren más tiempo de cocción, lo que puede resultar en una carne seca.
A pesar de que la fritura es popular entre algunos cocineros, English no la recomienda. “Es difícil saber si el pavo está completamente cocido”, señala. Si decides optar por este método, sugiere separar las piernas y la pechuga para cocinarlas por separado, ya que la carne oscura y la carne blanca requieren diferentes tiempos de cocción.
“La carne oscura se cocina de manera diferente a la carne blanca, que debe ser tratada con más delicadeza”, explica. English también aconseja no cocinar pavos que pesen más de 8 kilos, ya que tienden a secarse más durante la fritura.
Independientemente del método elegido, Diestel enfatiza la importancia de verificar la temperatura del pavo durante la cocción. “Es crucial comprobar la temperatura en la parte más gruesa de la pechuga y el muslo”, dice. Además, sugiere dejar reposar el pavo durante al menos 20 a 30 minutos después de cocinarlo para que los jugos se asienten, lo que garantiza una carne más jugosa y sabrosa.
Por último, una recomendación útil es calentar los platos en el horno mientras el pavo reposa. “Esto asegura que la comida se mantenga caliente mientras todos se sientan a la mesa”, concluye Diestel.