La reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos marca el inicio de una era de incertidumbre para millones de inmigrantes. Entre sus primeras medidas planea construir o ampliar grandes centros de detención, un proyecto diseñado para acelerar la deportación masiva de personas indocumentadas. Según informes de CNN, se prevé que estas instalaciones estén ubicadas cerca de la frontera con México. Estos lugares incluirían la adquisición de miles de camas para albergar a los detenidos durante el proceso de expulsión.
Trump busca emitir una orden ejecutiva que haga obligatoria la detención de inmigrantes indocumentados, una medida que hasta ahora no ha sido posible por limitaciones presupuestarias. Para financiar este ambicioso plan, se estarían considerando 2 opciones principales: redirigir fondos de otras agencias federales o declarar una "emergencia nacional" para obtener recursos del Pentágono, una estrategia que Trump utilizó en su primer mandato. Estas iniciativas podrían dar lugar a la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos.
Otra medida que genera preocupación es la intención de Donald Trump de eliminar el Parole Humanitario. Foto: composición LR
Entre los planes más polémicos de Donald Trump está la construcción y ampliación de centros de detención, conocidos como "prisiones de condado". Estas instalaciones servirán para albergar a inmigrantes indocumentados mientras se tramitan sus deportaciones. Los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ya han identificado posibles ubicaciones estratégicas para estos centros, aunque los detalles exactos permanecen en reserva.
Asimismo, el equipo de transición de Trump ha indicado que las deportaciones masivas podrían llevarse a cabo mediante la detención obligatoria de los inmigrantes indocumentados. Esta medida demandaría una considerable inversión de recursos, por lo que se contempla la posibilidad de declarar una emergencia nacional para justificar su implementación. Además, la reactivación de esta política podría incluir la negociación de acuerdos con países de América Latina para controlar los flujos migratorios, como ya ocurrió durante su primer mandato.
La reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos marca el inicio de una era de incertidumbre para millones de inmigrantes. Foto: composición LR
Otra medida que genera preocupación es la intención de Donald Trump de eliminar el Parole Humanitario, implementado por la administración de Joe Biden y Kamala Harris en 2022. Este programa ha sido una herramienta vital para inmigrantes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití, quienes tienen la oportunidad ingresar al país con un permiso temporal de trabajo por 2 años. Más de 500.000 personas se han beneficiado del Parole Humanitario, que ha sido fundamental para escapar de crisis políticas y económicas en sus países de origen.
Con la eliminación del Parole Humanitario, miles de inmigrantes podrían enfrentarse a la deportación o a la irregularidad migratoria. Aunque algunos podrían recurrir a programas como el Estatus de Protección Temporal (TPS), las opciones legales serían limitadas y menos estables. Para los cubanos, la Ley de Ajuste Cubano permanecería como una alternativa para obtener la residencia, pero este beneficio no se extiende a ciudadanos de otros países incluidos en el Parole Humanitario.