A menos de dos semanas de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre en Estados Unidos, la carrera entre Donald Trump y Kamala Harris está más reñida que nunca. Las encuestas muestran una contienda extremadamente ajustada. Cada voto puede hacer la diferencia en los estados clave. Según los últimos datos, la actual vicepresidenta Harris mantiene una leve ventaja en el promedio nacional, pero Trump ha logrado avanzar en varios estados decisivos que podrían definir el resultado final en el Colegio Electoral.
Las elecciones de 2024 se perfilan como una de las más importantes en la historia reciente de Estados Unidos. Además, la agenda está marcada por temas como el aborto y la inmigración. La incertidumbre aumenta a medida que los sondeos revelan que el futuro de la Casa Blanca podría depender del comportamiento de los votantes en algunos estados muy disputados.
La elección presidencial no se decide por el voto popular, sino por el Colegio Electoral. Foto: composición LR
Las encuestas actuales muestran un escenario muy ajustado entre Kamala Harris, que lidera el promedio nacional con una ventaja de menos de dos puntos, y Donald Trump, quien ha logrado recuperar terreno en estados clave como Arizona, Georgia y Carolina del Norte. Según el promedio de encuestas de FiveThirtyEight, la diferencia entre ambos candidatos es de apenas 1.7 puntos. Hace unas semanas, Harris tenía una ventaja de 3 puntos, pero Trump ha estrechado ese margen considerablemente.
El expresidente Donald Trump encabeza las encuestas en 3 de los 7 estados clave: Arizona, Georgia y Carolina del Norte. Estos estados serán cruciales para su victoria, especialmente en un escenario donde el Colegio Electoral podría decidir la presidencia, incluso si Harris gana el voto popular. En Pensilvania, estado con 19 votos electorales, Trump ha logrado situarse 0.3 puntos por delante. Esto podría ser determinante para asegurar su triunfo.
El destino de las elecciones presidenciales de 2024 depende de los resultados en siete estados clave: Nevada, Wisconsin, Pensilvania, Arizona, Georgia, Carolina del Norte y Michigan. Foto: eldiario
Por otro lado, Harris lidera en Michigan y Wisconsin, dos estados fundamentales del Rust Belt que en 2016 fueron clave para la victoria de Trump. La candidata demócrata necesita ganar en estos estados, además de Nevada, para alcanzar los 270 votos electorales necesarios para obtener la presidencia.
El destino de las elecciones presidenciales de 2024 depende de los resultados en siete estados clave: Nevada, Wisconsin, Pensilvania, Arizona, Georgia, Carolina del Norte y Michigan. De estos, Nevada y Wisconsin muestran una ligera ventaja para Harris, mientras que Pensilvania se inclina por Trump, aunque por un margen muy reducido.
Estos estados no solo son importantes por su número de votos en el Colegio Electoral, sino también por la creciente polarización de la sociedad estadounidense, que se refleja en temas como el aborto, la política migratoria y el impacto económico de la inflación. Los resultados en estos estados decidirán quién ocupará la Casa Blanca en los próximos cuatro años.
Adicionalmente, el voto latino podría ser decisivo en estados como Florida y Arizona. En elecciones pasadas, este grupo ha demostrado ser un factor clave, y en 2024 no será la excepción. Si Harris logra consolidar el voto latino a su favor, podría aumentar sus posibilidades de ganar en estados como Nevada y Arizona, aunque el margen sigue siendo muy estrecho.
La carrera entre Donald Trump y Kamala Harris está más reñida que nunca. Foto: composición LR
En el sistema electoral de Estados Unidos, la elección presidencial no se decide por el voto popular, sino por el Colegio Electoral. Este está compuesto por 538 compromisarios, y para ganar, un candidato necesita al menos 270 votos electorales. En la mayoría de los estados, el partido ganador se lleva todos los votos electorales, sin importar el margen de victoria. Esto significa que ganar en los estados clave, aunque sea por un pequeño margen, es crucial para asegurarse la presidencia.
Harris podría enfrentarse a una paradoja similar a la de las elecciones de 2016, donde Hillary Clinton ganó el voto popular, pero perdió en el Colegio Electoral. En este contexto, Trump podría alzarse con la victoria si mantiene su ventaja en estados como Georgia, Carolina del Norte y Pensilvania, aunque Harris gane más votos a nivel nacional.