Estados Unidos se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, lo que lo pone en peligro debido a la actividad sísmica intensa, que se ve agravada por la presencia de la Falla de San Andrés. Con frecuencia, esta fractura geológica es el resultado de la colisión de placas tectónicas y libera una gran cantidad de energía sísmica. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) monitorea continuamente la actividad sísmica y proporciona información actualizada sobre los eventos sísmicos para proteger a la población.
El último sismo en EE. UU. tuvo lugar en Malibú, California.
El Servicio Geológico de Estados Unidos informa a través de su portal digital que el último sismo percibido en el país se registró en Naalehu, Hawái. El movimiento telúrico tuvo una magnitud de 2.5 grados.
El histórico movimiento telúrico sucedió un 18 de abril de 1906 y está calificado como uno de los terremotos más importantes de todos los tiempos. El terremoto y los incendios posteriores que destruyeron la ciudad, dejaron más de 3.000 muertos y 28.000 edificios destruidos.
No corra hacia las puertas. Aléjese de las repisas que contengan objetos que puedan caerle. Un carro en movimiento: Pare tan rápido como sea posible y quédese dentro del vehículo hasta que pase el temblor. Evite detenerse cerca o debajo de edificios, árboles, puentes o cables eléctricos.
Los sismos se suscitan porque la tierra se encuentra compuesta por una capa rocosa conocida como litosfera que tiene un espesor hasta de 100 km. Ello está fragmentado en extensas porciones llamadas placas tectónicas.
El último sismo reportado en Estados Unidos, ocurrió al oeste de Ackerly, Texas, a las 04:27 horas. Tuvo una magnitud de 2.9.
Foto: USGS
Durante un sismo, lo más importante es mantener la calma y protegerse. Si estás en un lugar cerrado, agáchate, cúbrete la cabeza debajo de una mesa o escritorio resistente y agárrate con fuerza. Aléjate de ventanas, espejos y objetos que puedan caer. Si estás al aire libre, ubícate en un lugar abierto y lejos de edificios, postes y árboles. Evita usar ascensores y no corras en espacios cerrados. Recuerda, la prevención y la preparación son clave para enfrentar estos eventos naturales.
La construcción de edificios sismorresistentes es fundamental para minimizar los daños causados por los terremotos. Foto: MAVAC
Una mochila de emergencia es esencial para estar preparado ante cualquier desastre natural, como un sismo. Esta mochila te permite tener a la mano lo necesario para sobrevivir las primeras horas o días después de un evento, cuando los servicios básicos como agua, electricidad y comunicaciones pueden estar interrumpidos. Al contar con una mochila de emergencia, estarás mejor equipado para enfrentar situaciones de emergencia, reducirás el estrés y podrás ayudar a tu familia y comunidad.
La prevención ante desastres naturales es fundamental y recae en gran medida en la preparación individual. Contar con una mochila de emergencia de salud es una medida esencial para garantizar la atención médica básica y la supervivencia hasta la llegada de ayuda profesional. Equipar esta mochila con los elementos adecuados puede marcar la diferencia en una situación de crisis.
Los servicios de emergencia en Estados Unidos están preparados para responder a situaciones de emergencia causadas por sismos. Foto: Reuters
Las ciudades más vulnerables a terremotos en Estados Unidos se encuentran en áreas cercanas a fallas geológicas activas. La siguiente es una lista de las más afectadas.