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Domingo

Lucho Cáceres: "El fujimorismo institucionalizó la desfachatez y eso está en la televisión"

El actor gana demanda contra Magaly Medina quien tuvo que pagar la reparación civil. De otro lado, opina de coyuntura. "Ahora no quieren que salgamos a protestar".

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Lucho Cáceres no descarta incursionar en política. | Felix Contreras/La República

Para Lucho Cáceres lo apolítico no existe y considera que si le cerrasen las puertas por sus opiniones sobre el Gobierno y la televisión, sería una condecoración. “No les bastó con matar a más de 60 personas sino que ahora no quieren que salgamos a protestar. ¡Qué van a entender ellos con terrorismo urbano!”, nos dice por Zoom mientras repasa las acciones que llevaron al paro nacional. “Es que Keiko gobierna y, en todo caso, cogobierna con López Aliaga y los Acuñas”. En cuanto a las batallas individuales, ha ganado la demanda a Magaly Medina y acaba de lograr la reparación. La conductora ha sido condenada por delitos contra el honor, “injuria y difamación agravada” y tiene  reglas de conducta, entre ellas, “no volver a cometer nuevo delito doloso”.

       La televisión de la que ha sido parte, siempre tiene una responsabilidad, comenta el actor. “Si me llamaban para un programa de cocina cuando era modelo de Gisela o antes de los 30, me veías saltando y siendo el más divertido de la fiesta (sonríe). No juzgo a quienes están, pero no quiero que me juzguen por lo que pienso. Me provoca hacer cosas que movilicen y eso ya está perdido en la televisión”. Para él, la extrema derecha estaría conforme si “todo fuera Asu mare, Paddington o Magaly”.

"Como están las cosas uno se pregunta qué más puede hacer. Incursionar en política es algo que no descarto. Todos somos animales políticos".

¿En realidad piensas que la señal abierta no tiene esperanza?

 Siempre que he sido crítico o autocrítico es porque la valoro, nada llega tan masivamente. Nos puede llevar a reflexionar, pero también nos puede estupidizar. He sido parte de la televisión más de la mitad de mi carrera, pero creo que hemos caído, ya no quieren que pienses absolutamente nada. He sido parte de esas intentonas de internacionalizar, he estado en ‘El regreso de Lucas’ con Telefe –‘El día de mi suerte’ con Movistar se vio en países de Europa–, pero acá de 60 capítulos cortaron a 35 o 40, les metieron tijera y quedó una cosa que no se entendía. ¿Cómo no perder la esperanza?

Pero, digamos, ahora hay más ficción que en los últimos años.

Sí. Un canal abre nuevas ficciones y hay que resaltar que tienen mejores estándares de calidad, pero es más de lo mismo: el mayor anhelo es casarse, tener hijos y todas las parejas son heterosexuales. Me parece bien que genere una fuente de trabajo, porque si a estas alturas de mi vida tengo la posibilidad de escoger mis trabajos, es por haber hecho televisión, nos permite estabilidad, sin eso no hay nada.

Me decías que se cree que la televisión no necesita rigor porque es inofensiva. ¿No lleva a una reflexión el hecho de que existan personajes que incurren en delitos ahora mismo y que han estado por años en un programa?

Bueno, eso es parte de una coyuntura, no tengo ninguna duda. Cuando leemos libros como Historia de la corrupción en el Perú, vemos que está en el ADN del país, pero hay un antes y después del fujimorismo. El fujimorismo –en esa metástasis de inmoralidad que expande sus miasmas a todo– llega a la televisión con medios comprados, como medio de distracción y serviles. Lo de ahora es un poco la resaca de lo que estamos hablando, el fujimorismo institucionalizó la desfachatez, la sinvergüencería, la mentira y eso está en la televisión.

Bueno, Andrés Hurtado fue conductor por años y estuvo en el programa de Magaly Medina, un espacio que cuestionas...

Lo que mencionaste y esos dos programas se repotencian con el fujimorismo. Sirven para dar ese entretenimiento y agazapada puede estar la cortina de humo, la distracción de lo que realmente ocurre. Normalizan a través de la pantalla, delitos, hacen que la gente lo tome como risa, como entretenimiento. Magaly ha hecho que el delito de difamación no lo sea, digamos, lo ha despenalizado en lo que ella hace. No puedo dejar de reconocer mi privilegio de haber ido a la universidad y de haber estudiado Derecho, tengo cierta formación para decir “hey, hasta acá nomás”. Por más que las instituciones estén corrompidas y el país viva un momento así, lo único que nos queda es accionar.

¿El proceso terminó y la reparación se hizo efectiva?

Sí y no ha sido fácil tomar la decisión de estar en un proceso que me ha demorado cuatro años, con idas y vueltas, pero qué pasa con la gente que no puede. A mí me da esperanza este proceso, porque siempre he estado en contra de generalizar, de decir “toda la Policía es una m...”, no, no toda la Policía lo es y en el Poder Judicial no todo está corrompido, te lo puedo asegurar –un poco, el Ministerio Público está defendiendo la democracia, por eso se lo quieren tirar ¿no?–, me resulta irracional que una persona que tiene más de cinco sentencias por delitos de difamación, contra el honor, tiene como ocho procesos en trámite, ha estado presa... o sea, pretender que es injusto lo que se le hace. ¡Vamos! Hay una reincidencia en el delito.

Dices que esperas que sea un precedente y argumentaste que no hace periodismo sino que utiliza la televisión.

Claro, es que no estamos hablando de una periodista porque no lo es, eso dice ella y es parte del mentir constantemente en televisión. Magaly tergiversa, a través de un programa durante más de 20 años, lo que es la libertad de expresión. Decirle “escoria”, “quédate en el basural de donde saliste” –fueron los insultos que me dijo– no es libertad de expresión. Yo he recibido durante años calificativos de ser un matón y eso daña mi honor. Lo que la gente no tiene claro es que el honor es un bien jurídico fundamental porque una vez que dañan tu honor, la estigmatización se produce rápidamente en un sector y eso no se borra. 

Si estaba claro el delito ¿por qué se alargó el proceso?

Solo faltaba que se hiciera efectiva la reparación. La sentencia ha sido contundente, en primera, segunda y tercera instancia. Me parece que fue una actitud caprichosa porque ya estaba señalado entre las normas de conducta, con la condición de que esa prisión suspendida volverla efectiva si no se cumplía. Ella estaba retrasando el pago, entonces, ahora sí ya hizo la consignación en el banco. Finalmente ha cumplido con los requerimientos de la sentencia. Cuando el juez le dice que tiene tres días para hacerlo, lo hizo, iba a regresar a la cárcel. Y, con respecto a la coyuntura de la que hablamos, con Andrés Hurtado en prisión, quiere decir que los malos terminan pagando. Son pocos los delincuentes que se retiran a tiempo y salen ilesos. Estamos hablando de gente que delinque en un medio de comunicación. Me baso en las sentencias que están ahí.

Alguna vez dijiste “no tengo muertos en el clóset”. ¿Entonces, no tienes ningún temor?

No, ninguno, ningún muerto en el clóset. Y he ido a los lugares que he querido ir y he hecho lo que he querido hacer, he estado donde he querido estar, con quien he querido estar. Y esos programas no tienen ningún derecho a seguirte, eso es reglaje y eso está penado, pero se puede utilizar cuando estás investigando un delito. Yo, antes de actor, soy ciudadano y tengo derecho a almorzar con mi hija, con mi esposa y nadie me puede meter una cámara. En todas partes los demandan y hay reparación, en mi caso son 70.000 soles que a todo el mundo le vienen bien, pero no he hecho esto por dinero. Felizmente, un programa como ese no ha sido obstáculo para que desarrolle una vida profesional de la cual me siento orgulloso.

  • El actor dirige Teatro SinVergüenza con un elenco de actores invidentes.
  • Después de su paso por la televisión ganó como mejor actor en el Festival de Cine de Lima por la película La última tarde.
  • En diciembre presenta en Ayacucho la exposición De qué color son tus muertos y en Lima El sistema solar, obra dirigida por Mariana de Althaus.

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