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¿Qué flores regalar por San Valentín y qué significa cada color?

El color de las flores puede expresar distintos sentimientos en San Valentín, desde una amistad sincera hasta un amor apasionado.

Regalar flores es una práctica infaltable en esta época del año. Foto: Hogarmanía

¿Cuál es tu favorita? Las flores, con su diversidad de colores, ofrecen una forma única de comunicar sentimientos sin palabras, una práctica que data desde el siglo XVII. Este "lenguaje floral" cobra especial relevancia en fechas significativas como el 14 de febrero, San Valentín, permitiendo expresar distintas emociones y mensajes dependiendo del color elegido.

Aunque cada especie floral tiene su propio simbolismo, la elección del color puede transmitir mensajes específicos, independientemente de la especie. Este conocimiento es esencial para elegir la flor perfecta que refleje tus verdaderos sentimientos hacia esa persona especial.

Flores rojas

Las flores rojas simbolizan amor y pasión, frecuentemente asociadas con la seducción y las relaciones amorosas. Regalarlas implica una entrega de amor sincero e incondicional, adecuado tanto para familiares como para parejas, destacando la intensidad y profundidad de los sentimientos.

Flores amarillas

Las flores amarillas simbolizan juventud, alegría, vitalidad, y también se asocian con la inteligencia y libertad. Son ideales para celebrar logros académicos o dar la bienvenida a bebés recién nacidos. Sin embargo, en algunas culturas, pueden representar celos o envidia, por lo que es importante considerar el contexto cultural al regalarlas.

Flores blancas

Las flores blancas simbolizan pureza, calma y elegancia. Representan un camino de luz, siendo adecuadas para pedir perdón o conmemorar fechas relevantes como aniversarios, aportando tranquilidad al ambiente.

Flores rosadas

Las flores rosadas están asociadas con la ternura, ingenuidad, romanticismo, bondad y delicadeza, comunicando amor desinteresado, franqueza y simpatía al regalarlas.

Flores naranjas

Las flores naranjas simbolizan confianza, fortaleza y superación, ideales para mostrar apoyo durante momentos difíciles o para expresar gratitud.

Flores azules

Las flores azules simbolizan misterio, curiosidad y sentimiento. Su tonalidad puede representar tranquilidad, profundidad y pureza. Al regalarlas, expresa confianza total en el receptor.

Flores verdes

Las flores verdes simbolizan conexión con la naturaleza, relajación y armonía, además de abundancia, fertilidad y energía. Regalarlas, significa deseos de renovación, bienestar y crecimiento emocional hacia el destinatario.

Flores moradas

Las flores moradas son conocidas por su capacidad para estimular los sentidos y generar un efecto relajante, por lo que simboliza la calma, sabiduría, y nobleza. Además, en algunos contextos, se utilizan con la intención de atraer el deseo sexual. Tiene un espectro de significados profundos y variados.

Flores negras

Las flores negras, aunque comúnmente asociadas con el luto, también pueden simbolizar grandes cambios o nuevos comienzos. Al regalarlas, se transmite esperanza, coraje y confianza, ofreciendo un mensaje de apoyo y positividad hacia el futuro.

¿Por qué regalamos flores el 14 de febrero?

Regalamos flores el 14 de febrero como parte de la celebración de San Valentín, una festividad dedicada al amor y la amistad, la misma que se remonta a la época romana, en la que se celebraba el festival de Lupercalia en honor al dios romano del amor, conocido como Cupido en la mitología griega. Posteriormente, en el siglo V, la Iglesia Católica estableció el Día de San Valentín en el calendario litúrgico en honor a San Valentín, un mártir que se cree que fue ejecutado por casar parejas en secreto en contra de las órdenes del emperador romano Claudio II, quien había prohibido el matrimonio durante tiempos de guerra.

Con el tiempo, el Día de San Valentín se convirtió en una ocasión para expresar afecto y amor hacia los seres queridos, y el intercambio de flores se convirtió en una tradición popular. Las flores, con su belleza y fragancia, se consideran un regalo romántico y simbólico que comunica amor, admiración y aprecio hacia la persona amada. Es por eso que el 14 de febrero se ha convertido en una fecha emblemática para regalar flores y expresar los sentimientos más profundos hacia nuestros seres.

El regalo de flores, en particular, simboliza el amor, la belleza y el renacimiento de la primavera. Las flores han sido desde hace mucho tiempo un símbolo de cortejo, utilizadas para expresar emociones cuando las palabras no bastan. La tradición de regalar flores se popularizó aún más en la época victoriana, cuando el lenguaje de las flores se convirtió en una manera popular de comunicar sentimientos en una época donde las expresiones abiertas de afecto eran menos comunes que hoy.

Asimismo, la rosa se ha convertido en un símbolo del amor y la pasión. Por ende es una de las flores más regaladas en San Valentín. La elección de regalar flores el 14 de febrero se debe a su capacidad de transmitir amor y afecto de manera bella y simbólica. Con el tiempo, esta tradición se ha mantenido y ha evolucionado, convirtiéndose en un gesto casi universal de amor y aprecio en muchas partes del mundo durante el Día de San Valentín.

¿Por qué se celebra San Valentín cada 14 de febrero?

El origen del Día de San Valentín, conocido también como la celebración del amor y la amistad, guarda un secreto poco conocido por muchos. Este día se originó en la Roma del siglo III bajo el contexto de una decisión impuesta por el emperador Claudio II, quien prohibió las bodas entre jóvenes parejas en la ciudad. Su razonamiento se basaba en la creencia de que los hombres solteros, al no tener ataduras emocionales, rendirían mejor como soldados.

Desafiando esta orden, un sacerdote de nombre Valentín continuó celebrando en secreto los matrimonios de las parejas enamoradas. Por su acto de desobediencia y defensa del amor, eventualmente fue venerado como San Valentín, el santo patrón de los enamorados. Cuando Claudio II se enteró de sus acciones, ordenó su ejecución, la cual ocurrió un 14 de febrero del año 270, fecha que ahora conmemoramos como el Día de San Valentín.