La princesa de Asturias, Leonor de Borbón, le entregó al escritor japonés Haruki Murakami el Premio Princesa de Asturias de las Letras durante la 43ª edición de los Premios Princesa de Asturias. La ceremonia se realizó ayer en el Teatro Campoamor de Oviedo.
Murakami, en su estadía en España, reivindicó la pausa y la tranquilidad necesarias para leer, ya que “hay cosas y pensamientos que se pueden transmitir solamente cuando se toman con calma y despacio”.
Este fue uno de los mensajes que el escritor transmitió en un encuentro con estudiantes en la localidad de Avilés. “Es muy importante creer en la fuerza de las novelas o los relatos”, dijo el autor de Tokio Blues ante la joven audiencia, tan vinculada a los móviles y a las pantallas.
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Respondió algunas cuestiones del alumnado, que quiso indagar en ese estilo tan personal que caracteriza su escritura. En ese punto, el autor de Kafka en la orilla echó mano de la película E.T. de Steven Spielberg, y de la escena en la que el alienígena inventa una máquina para comunicarse con su nave por medio de un teclado de juguete, un paraguas y algún artilugio más.
“Cuando vi esa película me dije a mí mismo que eso era lo que estaba haciendo, coger unos trastos y crear una máquina de alto nivel, porque se puede expresar tu propio sentimiento con las palabras fáciles, ese es mi estilo”, analizó.
Contó que parte de una primera escena y a partir de ahí nadie sabe lo que va a suceder. Pero nunca es una improvisación y cree que es muy importante para el proceso creativo empezar por un buen título.
El autor explicó que la consciencia es igual que una casa, con su primera planta, planta baja y el sótano, donde está la inconsciencia y en donde está el mundo exclusivo de uno, donde hay una puerta secreta, que da a un segundo sótano, al que los novelistas sí pueden ir.
Además, compartió que dentro de su cabeza tiene una cesta muy grande donde guarda todas sus experiencias y, por tanto, puede ser que algún día abra el cajón de su memoria para recuperar Asturias para alguna de sus historias.
“Algún día abriré el cajón de Asturias, aunque todavía no sé cuándo”, manifestó.