China condenó el jueves los planes del presidente taiwanés Lai Ching-te de hacer una escala en Estados Unidos durante su primer viaje al extranjero y prometió "aplastar decididamente" cualquier intento de independencia de la isla.
China y Taiwán se gobiernan separadamente desde 1949, pero Pekín considera esta isla como parte de su territorio y exige al resto de países no reconocer al gobierno de Taipéi ni brindarle ningún tipo de legitimidad internacional.
Pero en la gira que empezará el sábado a Islas Marshall, Tuvalu y Palaos, tres de los últimos doce aliados de Taiwán, Lai cuenta con hacer paradas en los territorios estadounidenses de Hawái y Guam.
Aunque no se anunció por el momento ningún encuentro con autoridades estadounidenses, este plan enfadó a China.
"Estamos siempre en contra de los intercambios oficiales entre Estados Unidos y Taiwán (...) y a toda forma de aprobación y respaldo por parte de Estados Unidos a los separatistas independentistas de Taiwán", declaró Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La gira por estos tres pequeños países insulares del Pacífico es el primer viaje al extranjero como presidente de Lai, firme defensor de la soberanía de Taiwán y denostado desde China como un "peligroso separatista".
Un portavoz del Ministerio de Defensa de China, Wu Qian, aseguró este jueves que su ejército "va a aplastar con determinación todos los intentos secesionistas de las fuerzas por la independencia de Taiwán".
En el pasado, otros dirigentes taiwaneses hicieron escalas en suelo estadounidense durante viajes a aliados latinoamericanos o del Pacífico, provocando en general la ira de Pekín.
Desde 1979, Estados Unidos reconoció al gobierno de Pekín y rompió oficialmente relaciones con Taipéi, aunque en la práctica se mantiene como su principal aliado y proveedor de armas.
El estatus de Taiwán es uno de los principales puntos de fricción en las relaciones entre Pekín y Washington.
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