La Agencia Mundial Antidopaje rechaza los "ataques injustos" sufridos en 2024
Reflexionando sobre un año turbulento para la Agencia Mundial Antidopaje, marcado por controversias relacionadas con nadadores chinos y Jannik Sinner, su presidente Witold Banka, en una entrevista con la AFP, rechazó los "ataques injustos y difamatorios".
La primavera pasada, el organismo de control deportivo fue duramente criticado por permitir que nadadores que dieron positivo por trimetazidina compitieran en los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021.
La agencia, con sede en Montreal, aceptó la explicación de las autoridades chinas de que sus 23 atletas habían consumido alimentos contaminados en un hotel.
Banka insiste en que el caso está "definitivamente" cerrado, ya que un informe independiente concluyó que "no hubo sesgo hacia China". "No hubo ninguna irregularidad de nuestra parte", añadió.
Banka acusó a los funcionarios estadounidenses que plantearon esas preocupaciones de politizar el caso y de realizar "ataques muy injustos y difamatorios contra la AMA".
Aunque las tensiones han disminuido, admite que las relaciones con la Agencia Antidopaje de Estados Unidos siguen siendo "bastante difíciles", y recalca que "una parte interesada no puede imponer su visión sobre cómo debería funcionar el sistema".
"Le guste a alguien o no, la AMA es el organismo responsable del sistema antidopaje en el mundo", afirmó.
Estados Unidos, cuando sea anfitrión de los Juegos Olímpicos en Los Ángeles en 2028 y de los Juegos de Invierno en Salt Lake City en 2034, "tendrá que colaborar con nosotros", añadió.
El Comité Olímpico Internacional (COI) incluyó una cláusula de rescisión en el contrato de anfitrión de Salt Lake City, que podría retirar los Juegos si no se respeta la "autoridad suprema" de la AMA.
- Transparencia -
La otra controversia que sacudió al mundo del deporte este año giró en torno al tema de la transparencia.
Muchos criticaron a la Agencia Internacional de Integridad en el Tenis (ITIA) por haber revelado tardíamente los resultados positivos del número uno de la ATP, Jannik Sinner, por el anabólico clostebol en dos ocasiones en marzo de este año, así como los de la número 2 del mundo, Iga Swiatek, por trimetazidina en agosto, pero anunciados recién en noviembre.
El director general de la AMA, Olivier Niggli, señaló que estos casos resaltaron las prioridades en conflicto entre "proteger la reputación de un atleta y la necesidad o expectativa de transparencia por parte del público en general. ¿Dónde trazamos la línea?".
En referencia al caso de Sinner, Niggli también considera que el mundo del deporte debe evaluar la supervisión del entorno de los atletas.
"Tenemos muchas solicitudes para fortalecer las consecuencias para el entorno" y para implementar "una supervisión real de estas personas", añadió.
Es una cuestión de la responsabilidad del atleta hacia su entorno lo que llevó a la AMA a apelar ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), un mes después de que una decisión preliminar exonerara en gran medida al tenista italiano.
"Nuestra apelación no tiene la intención de impugnar el escenario presentado por el deportista", es decir, que la droga ingresó en su sistema cuando su fisioterapeuta utilizó un aerosol que la contenía para tratar un corte, y luego le proporcionó masajes y terapia deportiva.
"Nuestra posición es que el atleta aún tiene una responsabilidad hacia aquellos que lo rodean", explicó Niggli a la AFP. "Así que este es el punto legal que se debatirá" ante el TAS el próximo año.
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